¿Cansado de depender de servicios en la nube con cuotas mensuales y preocupaciones por la privacidad? ☁️ ¿Necesitas un lugar seguro y accesible para guardar tus fotos, vídeos, documentos y copias de seguridad? ¡Un NAS (Network Attached Storage) de 3 bahías podría ser la solución perfecta para ti! Construir tu propio NAS te ofrece control total sobre tus datos, flexibilidad y, a menudo, un ahorro significativo a largo plazo. En esta guía, te acompañaremos paso a paso para seleccionar los componentes de hardware necesarios para montar un NAS potente y fiable.
¿Por qué un NAS de 3 bahías?
Un NAS de 3 bahías ofrece un buen equilibrio entre capacidad de almacenamiento, redundancia de datos y precio. A diferencia de un NAS de 2 bahías, te permite implementar configuraciones RAID 5, que proporcionan tolerancia a fallos (si un disco duro falla, tus datos permanecen seguros) sin sacrificar demasiada capacidad. Y a diferencia de NAS con más bahías, el de 3 bahías suele ser más compacto y económico.
Componentes esenciales para tu NAS DIY
Aquí te presentamos una lista detallada de los componentes que necesitarás, junto con nuestras recomendaciones y consideraciones clave:
1. Chasis (Caja)
El chasis es la base de tu NAS. Busca uno diseñado específicamente para este propósito, que ofrezca:
- Suficientes bahías para 3 discos duros de 3.5″. Asegúrate de que sean compatibles con la interfaz SATA.
- Buena ventilación: Los discos duros generan calor, por lo que un chasis con ventiladores integrados o la posibilidad de agregar ventiladores es crucial para la longevidad de tus componentes.
- Tamaño compacto: Si el espacio es un problema, considera un chasis más pequeño.
- Fácil acceso a los discos duros: Un diseño que permita la extracción e instalación de los discos duros sin herramientas es ideal.
Recomendación: Fractal Design Node 304 es una opción popular que ofrece un buen equilibrio entre tamaño, capacidad y flujo de aire.
2. Placa Base (Motherboard)
La placa base es el cerebro de tu NAS. Busca una que ofrezca:
- Suficientes puertos SATA: Necesitarás al menos 3 puertos SATA para tus discos duros.
- Soporte para una CPU adecuada: La CPU no necesita ser muy potente, pero debe ser capaz de manejar las tareas de NAS, como compartir archivos, transcodificación (si planeas usar Plex o similar) y RAID.
- Conectividad de red Gigabit Ethernet: Imprescindible para una transferencia de datos rápida. Considera una placa con doble puerto Ethernet para agregación de enlaces (si tu router lo soporta) y redundancia.
- Memoria RAM suficiente: 4GB es generalmente suficiente para la mayoría de los usuarios, pero 8GB o más son recomendables si planeas ejecutar muchas aplicaciones o usar virtualización.
Recomendación: Una placa base Mini-ITX con un procesador Intel Celeron integrado (como el J4125) es una opción común y eficiente energéticamente. ASRock J4125-ITX es una buena opción.
3. CPU (Unidad Central de Procesamiento)
Como se mencionó anteriormente, no necesitas una CPU de alto rendimiento para un NAS. Una CPU de bajo consumo y eficiente es suficiente para la mayoría de las tareas.
Recomendación: Si optas por una placa base que no tenga la CPU integrada, considera un Intel Celeron o un AMD Athlon. El consumo de energía es un factor importante, ya que tu NAS estará encendido las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
4. Memoria RAM
La RAM es importante para el rendimiento general de tu NAS, especialmente si planeas ejecutar múltiples aplicaciones o usarlo para virtualización.
Recomendación: 8GB de RAM DDR4 son ideales para la mayoría de los usuarios. Asegúrate de que la RAM sea compatible con la placa base que elijas.
5. Discos Duros (HDD)
Esta es la parte más importante de tu NAS: los discos duros. Elige discos diseñados específicamente para uso en NAS, ya que están optimizados para operar 24/7 y soportar vibraciones.
- Capacidad: Determina la capacidad que necesitas en función de tus necesidades de almacenamiento actuales y futuras.
- Velocidad: Los discos duros de 7200 RPM ofrecen un mejor rendimiento que los de 5400 RPM, pero también consumen más energía y generan más calor.
- Fiabilidad: Busca discos duros con una alta clasificación MTBF (Mean Time Between Failures).
Recomendación: Western Digital Red Plus o Seagate IronWolf son excelentes opciones para NAS. Considera comprar 3 discos duros de la misma marca y modelo para una mayor compatibilidad y rendimiento.
6. Fuente de Alimentación (PSU)
La fuente de alimentación debe ser lo suficientemente potente para alimentar todos los componentes de tu NAS. Elige una fuente de alimentación de calidad para garantizar la estabilidad y fiabilidad de tu sistema.
Recomendación: Una fuente de alimentación de 300-400W con certificación 80+ Bronze es suficiente para la mayoría de los NAS de 3 bahías. Busca una fuente de alimentación con un ventilador silencioso.
7. Dispositivo de Arranque (Opcional, pero recomendado)
Aunque puedes instalar el sistema operativo NAS directamente en uno de los discos duros, es recomendable usar un dispositivo de arranque separado, como un SSD pequeño o una unidad flash USB.
Ventajas: Permite usar los 3 discos duros exclusivamente para almacenamiento de datos, mejorando el rendimiento general. También facilita la instalación y actualización del sistema operativo.
Recomendación: Un SSD de 120GB o una unidad flash USB de 16GB son suficientes para la mayoría de los sistemas operativos NAS.
Sistema Operativo NAS
Una vez que tengas todo el hardware, necesitarás un sistema operativo NAS. Hay muchas opciones disponibles, tanto gratuitas como de pago:
- TrueNAS: Una opción potente y popular basada en FreeBSD, ideal para usuarios avanzados.
- OpenMediaVault: Una distribución Linux fácil de usar y con una gran comunidad de soporte.
- XigmaNAS: Otro sistema operativo NAS basado en FreeBSD, con una interfaz web sencilla y muchas funciones.
- UnRAID: Una opción de pago con una gran flexibilidad y soporte para virtualización.
La elección del sistema operativo depende de tus necesidades y conocimientos técnicos. Investiga y prueba diferentes opciones para encontrar la que mejor se adapte a ti.
Montaje y Configuración
Una vez que tengas todos los componentes, el montaje es relativamente sencillo. Sigue las instrucciones del fabricante para instalar la placa base, la CPU (si es necesario), la RAM, los discos duros y la fuente de alimentación en el chasis. Conecta todos los cables correctamente y asegúrate de que todo esté bien sujeto.
Luego, instala el sistema operativo NAS en el dispositivo de arranque (SSD o USB). Sigue las instrucciones del sistema operativo para configurar los discos duros en un RAID (RAID 5 es recomendado para un NAS de 3 bahías), configurar los usuarios y permisos, y activar los servicios que necesites (compartir archivos, servidor multimedia, etc.).
Consideraciones Finales y Opinión
Construir tu propio NAS de 3 bahías es una excelente manera de tomar el control de tus datos y crear una solución de almacenamiento personalizada. Si bien requiere un poco de investigación y esfuerzo, la recompensa es un sistema fiable, flexible y, a menudo, más económico que las soluciones prefabricadas. 💰
Personalmente, considero que la flexibilidad que ofrece un NAS DIY es inigualable. Puedes elegir los componentes que mejor se adapten a tus necesidades y presupuesto, y actualizar el sistema a medida que evoluciona tu situación. Además, aprender sobre el funcionamiento interno de tu NAS te permite solucionar problemas de manera más eficiente y optimizar el rendimiento. Basándonos en datos reales, un NAS DIY de 3 bahías, con componentes de calidad, puede ofrecer un rendimiento similar o superior a un NAS prefabricado de gama media, a un precio competitivo.
Un NAS de 3 bahías es una excelente inversión para cualquier persona que busque una solución de almacenamiento segura, fiable y accesible para sus datos.
Espero que esta guía te haya sido útil. ¡Mucha suerte con tu proyecto de NAS DIY! 👍