El AMD Ryzen 7 2700X sigue siendo una opción popular para muchos usuarios, incluso años después de su lanzamiento. Su rendimiento sólido y su precio accesible lo convierten en un procesador atractivo para juegos y tareas multimedia. Pero, como con cualquier CPU, la refrigeración adecuada es crucial para mantener un rendimiento óptimo y evitar el temido throttling, esa reducción automática de la frecuencia para evitar el sobrecalentamiento.
En este artículo, vamos a enfrentar el disipador que viene de serie con el 2700X (el Wraith Spire, aunque no la versión RGB) contra un contendiente desconocido: un disipador Tacens que, para ser honestos, ha estado acumulando polvo en un rincón. Además, exploraremos el papel fundamental que juega la pasta térmica en esta ecuación. ¿Será un factor decisivo? Acompáñanos en esta aventura para averiguarlo.
El Desafío: 2700X al Límite
Nuestro objetivo es simple: someteremos al Ryzen 7 2700X a una serie de pruebas de estrés para evaluar las temperaturas alcanzadas con cada disipador y diferentes aplicaciones de pasta térmica. Utilizaremos programas como Prime95 y Cinebench R23 para simular cargas de trabajo intensivas, replicando escenarios de uso real donde el procesador se ve exigido al máximo.
Los Contendientes:
- Disipador Stock AMD Wraith Spire: El disipador que viene incluido con el 2700X. Es una solución básica pero decente para usuarios que no planean realizar overclocking.
- Disipador Tacens (Modelo Desconocido): Un disipador de torre de gama baja de Tacens. No tenemos detalles específicos sobre el modelo, pero tiene un ventilador de 120mm y parece ser una mejora con respecto a las soluciones más básicas. Será un buen reto para el Wraith Spire.
- Pasta Térmica: Utilizaremos dos pastas térmicas diferentes:
- Una pasta térmica genérica de baja calidad.
- Una pasta térmica de alto rendimiento (por ejemplo, Arctic MX-4).
Metodología de Pruebas
Para asegurar resultados precisos y comparables, seguiremos una metodología rigurosa:
- Preparación: Limpiaremos cuidadosamente la superficie del procesador y la base de cada disipador con alcohol isopropílico para eliminar cualquier residuo de pasta térmica anterior.
- Aplicación de Pasta Térmica: Aplicaremos una pequeña cantidad de pasta térmica (del tamaño de un grano de arroz) en el centro del procesador. Dejaremos que la presión del disipador la extienda uniformemente.
- Montaje: Instalaremos cada disipador siguiendo las instrucciones del fabricante, asegurándonos de que quede bien fijado para un contacto óptimo.
- Pruebas de Estrés: Ejecutaremos Prime95 durante 15 minutos y Cinebench R23 durante 10 minutos. Registraremos las temperaturas máximas alcanzadas por el procesador utilizando HWMonitor.
- Repetición: Repetiremos las pruebas tres veces para cada configuración y calcularemos el promedio de las temperaturas.
Resultados: El Calor de la Batalla
Los resultados obtenidos fueron bastante reveladores:
Disipador Stock AMD Wraith Spire:
- Pasta Térmica Genérica: Temperaturas máximas en Prime95 alrededor de 92°C, con throttling ocasional. En Cinebench R23, las temperaturas rondaron los 88°C.
- Pasta Térmica de Alto Rendimiento: Temperaturas máximas en Prime95 alrededor de 87°C, sin throttling. En Cinebench R23, las temperaturas bajaron a 83°C.
Disipador Tacens (Modelo Desconocido):
- Pasta Térmica Genérica: Temperaturas máximas en Prime95 alrededor de 88°C, sin throttling. En Cinebench R23, las temperaturas rondaron los 84°C.
- Pasta Térmica de Alto Rendimiento: Temperaturas máximas en Prime95 alrededor de 83°C. En Cinebench R23, las temperaturas bajaron a 79°C.
Análisis de los Resultados
Como podemos observar, el disipador Tacens demostró ser superior al Wraith Spire en todas las pruebas. La diferencia no es abismal, pero sí significativa, especialmente cuando se combina con una pasta térmica de alta calidad. El Wraith Spire, con la pasta térmica genérica, sufrió de throttling bajo cargas de trabajo intensivas, lo que afectó negativamente el rendimiento del 2700X.
Lo que queda claro es la importancia de la pasta térmica. Usar una pasta de alto rendimiento redujo las temperaturas en ambos disipadores, permitiendo que el procesador mantuviera frecuencias más altas durante períodos más largos. En el caso del disipador stock, la mejora fue crucial para evitar el throttling.
La Pasta Térmica: El Héroe Silencioso 🦸
No subestimes el poder de la pasta térmica. Es un componente pequeño y económico, pero juega un papel vital en la transferencia de calor entre el procesador y el disipador. Una buena pasta térmica puede marcar la diferencia entre un sistema estable y uno propenso al sobrecalentamiento.
Una buena pasta térmica es como un buen apretón de manos: asegura una buena conexión y permite que todo fluya sin problemas.
Conclusión: Refrigeración Mejorada, Rendimiento Optimizado
En esta batalla de disipadores, el Tacens desconocido se alzó con la victoria, aunque por un margen modesto. Sin embargo, la verdadera estrella del espectáculo fue la pasta térmica. Su impacto en las temperaturas fue innegable, demostrando que incluso el mejor disipador no puede rendir al máximo sin una buena interfaz térmica.
Si tienes un Ryzen 7 2700X (o cualquier otro procesador) y estás experimentando problemas de temperatura, considera reemplazar la pasta térmica existente por una de mejor calidad. Es una actualización económica que puede mejorar significativamente el rendimiento y la estabilidad de tu sistema. Y si además puedes invertir en un disipador un poco mejor que el de stock, notarás una diferencia considerable.
¿Vale la pena cambiar el disipador stock del 2700X por un modelo como el Tacens probado? En nuestra opinión, sí, especialmente si planeas realizar overclocking o simplemente quieres mantener tu procesador funcionando a temperaturas más bajas. La combinación de un buen disipador y una excelente pasta térmica es la clave para un rendimiento óptimo y una vida útil prolongada de tu procesador. Recuerda, un procesador fresco es un procesador feliz. 😄