En el vertiginoso mundo del sim racing, donde cada año aparecen nuevas tecnologías y periféricos que prometen una inmersión sin precedentes, es fácil olvidar los cimientos sobre los que se construyó esta pasión. Sin embargo, hay dispositivos que, a pesar del paso del tiempo, han forjado un legado imborrable. Uno de ellos es el Logitech G25, un volante que para muchos fue la puerta de entrada a la simulación de carreras seria. Lanzado en 2006, este veterano ha sido testigo de la evolución de una industria entera. Pero, ¿tiene todavía algo que ofrecer en 2024? ¿Es una inversión sensata, o simplemente un objeto de nostalgia para los más puristas?
En este análisis exhaustivo, desglosaremos cada aspecto del G25, desde su construcción hasta su rendimiento en los títulos más modernos, para responder a la gran pregunta: ¿sigue valiendo la pena el Logitech G25 hoy en día? Prepárate para un viaje al pasado con una mirada crítica al presente. 🕰️
Un Viaje al Pasado: La Era Dorada del G25
Cuando el Logitech G25 irrumpió en el mercado hace casi dos décadas, fue una auténtica revolución. Antes de su llegada, la mayoría de los volantes accesibles ofrecían una experiencia de Force Feedback (FFB) rudimentaria y una construcción de plástico. El G25 cambió las reglas del juego. Ofrecía un aro con recubrimiento de cuero, una sólida palanca de cambios con patrones en H y secuencial, y un robusto conjunto de pedales de tres vías (acelerador, freno y embrague), todo ello con materiales de calidad que transmitían una sensación de durabilidad y realismo pocas veces vista en su rango de precio.
Su sistema de retroalimentación de fuerza, aunque basado en engranajes, proporcionaba una inmersión considerable para la época, comunicando eficazmente los matices de la carretera y los límites del vehículo. Para muchos entusiastas, el Logitech G25 no era solo un periférico; era una inversión que elevaba la experiencia de simulación a un nuevo nivel. Marcas como Fanatec y Thrustmaster estaban presentes, pero Logitech democratizó el acceso a un nivel de calidad que antes era inalcanzable para la mayoría de los bolsillos.
El G25 Bajo el Microscopio: Componentes Clave
Para entender su vigencia, debemos examinar sus componentes uno por uno. 🔍
El Volante: Tacto y Sensaciones
El aro del Logitech G25 tiene un diámetro de 27 cm, un tamaño razonable para la mayoría de los usuarios. Está recubierto de cuero genuino cosido a mano, un detalle premium que muchos volantes modernos de gama de entrada han sacrificado. Este cuero proporciona un agarre excelente y una sensación agradable al tacto, incluso después de horas de uso. Sin embargo, su diseño es minimalista: solo cuenta con dos botones programables en el propio volante, algo que hoy en día puede resultar extremadamente limitante para la mayoría de los simuladores modernos que requieren acceso rápido a múltiples funciones (DRS, control de tracción, mapa de motor, etc.). La construcción general del aro y de la base es robusta, transmitiendo una gran durabilidad.
Pedales: Fiabilidad con Matices
El conjunto de pedales del G25 fue otro de sus puntos fuertes. Fabricados principalmente en acero, ofrecen una resistencia y estabilidad superiores a las opciones de plástico. La presencia de tres pedales (acelerador, freno y embrague) era una característica clave para los amantes de las transmisiones manuales. Los potenciómetros internos son de buena calidad y, con el mantenimiento adecuado, han demostrado ser increíblemente fiables. No obstante, el tacto del pedal de freno es bastante blando y lineal, careciendo de la resistencia progresiva que ofrecen los sistemas basados en célula de carga o muelles más elaborados de los pedales actuales. Esto limita la precisión en el control de la frenada, aunque existen mods sencillos y asequibles para mejorar esta sensación.
Shifter: El Punto Diferenciador
La palanca de cambios del Logitech G25 es, sin duda, uno de sus elementos más icónicos. Ofrecía tanto un modo secuencial como un patrón en H de seis velocidades más marcha atrás, lo que permitía una versatilidad increíble para diferentes estilos de conducción. La construcción de la palanca y los botones es metálica, lo que aporta una sensación de solidez muy apreciada. Los engranajes internos, aunque de plástico, suelen aguantar bien el paso del tiempo. Sin embargo, la sensación de cambio es un tanto „juguetona” comparada con shifters más profesionales, y el tacto es un poco más suave de lo deseado por algunos. A pesar de esto, sigue siendo un componente funcional y muy valorado por su flexibilidad.
Force Feedback: El Corazón del Sistema
El sistema de retroalimentación de fuerza del G25 se basa en un mecanismo de engranajes helicoidales. Esto significa que, si bien ofrece una sensación de resistencia y respuesta a los eventos de la pista, también introduce un cierto nivel de „cogging” o sensación granulosa, especialmente en el centro del volante. Además, es propenso a generar ruido mecánico, un zumbido característico que aumenta con la intensidad del FFB. Comparado con los sistemas de correa (como Thrustmaster) o, sobre todo, los sistemas Direct Drive modernos, el FFB del G25 carece de la finura, la velocidad de respuesta y el detalle en la transmisión de información. No obstante, para su tecnología y precio original, era un rendimiento más que aceptable y sigue siendo funcional para sentir lo básico de lo que ocurre con el coche.
La Prueba de Fuego: Rendimiento en el Sim Racing Actual 🏁
Aquí es donde el Logitech G25 realmente se enfrenta a su edad. ¿Cómo se comporta con los títulos más exigentes de hoy?
Compatibilidad y Drivers
En PC, el G25 sigue siendo relativamente compatible. Los drivers de Logitech Gaming Software (LGS) son estables y reconocen el dispositivo. Sin embargo, en consolas modernas (PS4/PS5, Xbox One/Series X|S), la compatibilidad es casi nula sin adaptadores externos caros y a menudo poco fiables (como el CronusMax o DriveHub), lo que limita enormemente su atractivo para los jugadores de consola. Su terreno natural es el PC.
Experiencia en Juegos Modernos
- iRacing, Assetto Corsa, Automobilista 2: En simuladores puros, el G25 funciona, pero muestra sus limitaciones. El FFB es suficiente para sentir la pérdida de tracción y las irregularidades de la pista, pero carece de la sutileza que permite anticipar y reaccionar con mayor precisión. La falta de botones en el aro obliga a mapear muchas funciones en el teclado o en el shifter, lo cual puede ser incómodo. Los pedales requieren más fuerza en el freno si no se han modificado.
- F1 Series, Dirt Rally 2.0, Forza Motorsport: En títulos más arcade o „sim-cade”, el G25 se defiende mejor. La experiencia sigue siendo divertida y el FFB, aunque básico, es más que suficiente para disfrutar de la conducción. En juegos como Dirt Rally, la robustez del volante y del shifter lo hacen sentir como en casa.
Una de las mayores ventajas del Logitech G25 es su fiabilidad. Muchos usuarios reportan que, incluso después de años de uso intensivo, el volante sigue funcionando sin mayores problemas. Las averías más comunes suelen ser los potenciómetros (fácilmente reemplazables) o el cableado. Su construcción sólida es un testimonio de la ingeniería de la época.
¿Quién Debería Considerar el G25 Hoy en Día?
A pesar de sus limitaciones, el Logitech G25 no es una opción descartable para todo el mundo. Hay perfiles de usuario para los que todavía podría ser una compra interesante:
- El Jugador con Presupuesto Muy Ajustado: Si tu presupuesto es extremadamente limitado y quieres probar el sim racing sin invertir una fortuna, un G25 de segunda mano en buen estado por un precio entre 50 y 100 euros puede ser una opción viable. Es infinitamente superior a un gamepad o a un volante sin FFB.
- El Entusiasta Retro y Coleccionista: Aquellos que disfrutan coleccionando hardware antiguo o que quieren revivir la experiencia de juegos de la época (Race 07, GTR 2, rFactor 1), encontrarán en el G25 un compañero ideal.
- El Proyectista y Modder: Dada su robustez y la gran comunidad que lo ha modificado a lo largo de los años, el G25 es una excelente base para proyectos de modding. Desde mejoras en los pedales (muelles, célula de carga) hasta la adición de pantallas o botones en el aro, sus posibilidades de personalización son amplias.
- Como Volante de Reserva: Si ya tienes un sistema más avanzado pero quieres una opción de respaldo robusta o un segundo volante para un setup secundario, el G25 cumple con creces.
El Mercado de Segunda Mano: Precios y Disponibilidad 💸
El Logitech G25 es un artículo frecuente en plataformas como Wallapop, eBay o en foros especializados. Los precios varían enormemente según el estado, la inclusión de la caja original y si viene con todos sus accesorios. Un G25 en buen estado, completo (volante, pedales, shifter y fuente de alimentación) se mueve generalmente en un rango de 80 a 150 euros. Por encima de ese precio, su valor empieza a ser cuestionable, ya que se acerca al coste de volantes modernos de entrada con mejores prestaciones (como un Logitech G29/G920 de segunda mano o incluso un Thrustmaster T150/TMX con ofertas).
Al comprar de segunda mano, es crucial verificar el funcionamiento de todos los botones, la ausencia de „dead zones” en los pedales (moviendo los ejes en el panel de control de Windows), el buen estado del Force Feedback (sin ruidos extraños excesivos o pérdida de fuerza), y el estado general de los cables. Los potenciómetros son el punto débil más común, así que asegúrate de que no haya saltos en la lectura de los ejes.
Alternativas Modernas y su Relevancia
Es importante contextualizar el Logitech G25 frente a las opciones actuales. Por un precio similar o ligeramente superior en el mercado de segunda mano, o nuevo en oferta, puedes encontrar:
- Logitech G29/G920/G923: La evolución directa del G25/G27. Ofrecen más botones en el volante, un FFB ligeramente mejorado (aunque sigue siendo por engranajes), pedales con un freno algo más firme y compatibilidad nativa con consolas modernas. Son una opción más „plug and play” para el principiante actual.
- Thrustmaster T150/TMX: Estos volantes de gama de entrada ofrecen un sistema de FFB híbrido (engranajes y correa) que proporciona una experiencia más suave y detallada que el G25, aunque sus pedales suelen ser básicos (dos pedales de plástico) a menos que se compre un conjunto de pedales de tres vías por separado.
- Sistemas Direct Drive de entrada (Fanatec CSL DD, Moza R5): Representan la cúspide de la tecnología actual, con un FFB extremadamente preciso, potente y detallado. Sin embargo, su precio es significativamente más elevado, poniendo de manifiesto la distancia tecnológica y de rendimiento con un G25.
Comparado con estas opciones, el Logitech G25 palidece en términos de detalle de FFB, número de botones, tacto de pedales y compatibilidad con consolas. Su mayor baza es la durabilidad y el shifter independiente, que en muchos volantes modernos se vende aparte.
Veredicto Final: ¿Sigue Valiendo la Pena?
Después de desgranar sus pros y sus contras, podemos llegar a una conclusión matizada. El Logitech G25 es un pedazo de historia del sim racing, un dispositivo que sentó las bases para lo que hoy disfrutamos. Su robustez, el tacto del cuero en el aro y la versatilidad de su shifter son aspectos que aún hoy se aprecian.
„El Logitech G25 ya no es el rey de la pista, ni la opción más lógica para el principiante ambicioso, pero para el usuario con un presupuesto extremadamente ajustado, el entusiasta retro o el modder, sigue siendo una pieza funcional y cargada de carácter que puede ofrecer muchas horas de diversión. Su valor reside más en su durabilidad y su historia que en su rendimiento de vanguardia.”
Si encuentras un Logitech G25 en excelente estado por un precio irrisorio (menos de 80€), y tu intención es adentrarte en el mundo del sim racing en PC sin grandes pretensiones o simplemente revivir viejos tiempos, sí, sigue valiendo la pena. Te dará una base sólida para aprender y, con algunas pequeñas modificaciones, puede ser sorprendentemente satisfactorio. Sin embargo, si buscas la mejor experiencia posible por tu dinero, incluso en el rango de los 150-250€, las alternativas modernas ofrecerán un rendimiento superior en FFB, ergonomía y compatibilidad. Es un testamento a su diseño que, 18 años después, todavía estemos debatiendo su relevancia. ¡Chapeau, Logitech! 🏆
Al final, la decisión de adquirir un G25 hoy en día dependerá de tus expectativas, tu presupuesto y el lugar que el valor emocional y la historia ocupen en tu ecuación.