En el fascinante, y a veces confuso, universo de los ordenadores Apple, a menudo nos encontramos ante disyuntivas que van más allá de las especificaciones de fábrica. Especialmente cuando el presupuesto es un factor clave y exploramos el mercado de segunda mano o los productos reacondicionados, surgen comparaciones que exigen una mirada profunda. Hoy nos zambullimos en un duelo muy particular, pero sorprendentemente común: el MacBook Pro 2017 de 128GB frente al MacBook Pro 2016 de 256GB. ¿Cuál de estas máquinas merece convertirse en tu próxima compañera digital? ¿Es más valioso un procesador ligeramente más moderno o el doble de capacidad de almacenamiento? 🤔 Prepárate para desentrañar este enigma y tomar una decisión informada.
Este análisis está pensado para el usuario real, ese que busca eficiencia, durabilidad y una inversión inteligente. No nos centraremos solo en los números fríos, sino en cómo se traducen en tu día a día. Vamos a poner a prueba a estos dos contendientes para ver quién se alza con la victoria en la práctica.
Primer Asalto: El Cerebro y la Memoria RAM (Procesador y Rendimiento) 🚀
Comencemos por el corazón de estas máquinas, su unidad central de procesamiento y la memoria de acceso aleatorio. Aquí es donde la diferencia de „generación” entra en juego, y donde muchos podrían pensar que el modelo más reciente lleva una ventaja insuperable. Pero, ¿es así realmente?
MacBook Pro 2016 (Sin Touch Bar)
- Procesador: Intel Core i5 o i7 de 6ª generación (Skylake).
- Memoria RAM: 8GB o 16GB de LPDDR3 a 1866 MHz.
Los procesadores Skylake fueron un avance sólido en su momento, ofreciendo un buen equilibrio entre rendimiento y eficiencia energética. Para tareas cotidianas como navegación web, gestión de correo electrónico, procesamiento de documentos, e incluso edición de fotos ligera, el rendimiento de esta generación sigue siendo perfectamente competente hoy en día. Con 8GB de RAM, la multitarea es fluida para la mayoría; con 16GB, se abre la puerta a flujos de trabajo más exigentes.
MacBook Pro 2017 (Sin Touch Bar)
- Procesador: Intel Core i5 o i7 de 7ª generación (Kaby Lake).
- Memoria RAM: 8GB o 16GB de LPDDR3 a 2133 MHz.
El salto a Kaby Lake representó una mejora incremental sobre Skylake. Apple publicita un aumento de rendimiento de hasta el 10-15% en ciertas cargas de trabajo, junto con una eficiencia energética ligeramente optimizada. La memoria RAM también recibió una pequeña mejora en velocidad. En el papel, esto suena bien. Sin embargo, en el uso diario, la mayoría de los usuarios apenas percibirán una diferencia palpable entre una generación y la otra. La apertura de aplicaciones, la carga de páginas web o la reproducción de contenido multimedia será prácticamente idéntica. Si eres un profesional que exprime cada hilo de procesamiento para renderizar video o compilar código a gran escala, quizás notes una ventaja minúscula, pero para el usuario medio, la experiencia es muy similar.
Veredicto de Rendimiento: El MacBook Pro 2017 tiene una ligera ventaja en potencia bruta y eficiencia, pero es tan marginal que, para la mayoría, no debería ser el factor decisivo. La mejora no es tan significativa como para justificar una elección solo por este aspecto.
Segundo Asalto: El Dilema del Almacenamiento SSD (¿Cuánto es Suficiente?) 💾
Aquí es donde el debate se pone realmente interesante, y donde la diferencia de especificaciones tiene un impacto brutal en la experiencia del usuario. Hablemos claro: en 2024, un disco de estado sólido (SSD) de 128GB es, en la mayoría de los casos, un verdadero dolor de cabeza.
MacBook Pro 2016: 256GB SSD
Con 256GB de almacenamiento interno, este modelo te ofrece una base mucho más cómoda. Tras la instalación del sistema operativo (macOS ya consume una porción considerable) y tus aplicaciones esenciales, aún te quedará espacio suficiente para documentos, varias decenas de miles de fotos, unos cuantos videos cortos y quizás un par de juegos o proyectos medianos. Esto significa menos preocupaciones por el espacio, menos necesidad de gestionar constantemente tus archivos y una experiencia general mucho más fluida y sin interrupciones.
MacBook Pro 2017: 128GB SSD
Los 128GB de esta versión son, honestamente, muy limitados. Una vez que macOS está instalado, te quedarás con apenas 80-90GB utilizables. Esto es suficiente para el sistema operativo, un puñado de aplicaciones clave (Safari, Mail, Pages, etc.) y poco más. Si eres una persona que guarda muchas fotos, descarga música o trabaja con archivos de video, incluso de tamaño moderado, te verás constantemente luchando contra la falta de espacio. Las notificaciones de „Disco de inicio casi lleno” se convertirán en tu pan de cada día. 😩
La solución a la falta de espacio pasa por el uso intensivo de almacenamiento externo (discos duros o SSD portátiles) o servicios en la nube (iCloud, Dropbox, Google Drive). Ambas opciones tienen sus desventajas: los discos externos añaden otro periférico que debes llevar contigo y conectar, lo cual resta portabilidad; los servicios en la nube implican un costo mensual recurrente y una dependencia constante de una buena conexión a internet para acceder a tus archivos.
Veredicto de Almacenamiento: ¡Victoria rotunda para el MacBook Pro 2016 de 256GB! La capacidad de almacenamiento es un cuello de botella crítico para la gran mayoría de los usuarios. 128GB es, hoy por hoy, un compromiso demasiado grande, incluso si tu uso es ligero. La frustración que genera la falta de espacio supera con creces cualquier mínima ventaja de rendimiento del modelo más reciente.
Tercer Asalto: Pantalla Retina y Gráficos (El Esplendor Visual) ✨
En este apartado, la competencia es muy reñida, casi inexistente.
Ambos Modelos
Ambos MacBook Pro cuentan con la magnífica Pantalla Retina de 13.3 pulgadas, con una resolución de 2560 x 1600 píxeles. Esto significa que la calidad de imagen, los colores vibrantes y la nitidez del texto son idénticos en ambos. Son pantallas de alta calidad que siguen siendo excelentes para trabajar, ver películas o editar fotos. No hay diferencias perceptibles en la experiencia visual.
Gráficos Integrados
- MacBook Pro 2016: Intel Iris Graphics 540 o 550.
- MacBook Pro 2017: Intel Iris Plus Graphics 640 o 650.
Al igual que con los procesadores, las tarjetas gráficas integradas tuvieron una pequeña mejora generacional. Las Iris Plus Graphics 640/650 ofrecen un rendimiento ligeramente superior, lo que podría notarse en tareas gráficas ligeras o juegos muy poco exigentes. Sin embargo, ninguno de estos modelos está diseñado para juegos de última generación o edición de video 4K intensiva. Para el uso cotidiano, navegación web, streaming de video y trabajo de oficina, ambas son más que suficientes y ofrecen un rendimiento gráfico muy similar.
Veredicto de Pantalla y Gráficos: Un empate virtual. La experiencia visual es idéntica y las diferencias en gráficos integrados son marginales y no decisivas para la mayoría de los usuarios.
Cuarto Asalto: Teclado y Trackpad (Controversia y Precisión) ⌨️
Ah, el infame teclado mariposa. Este componente es, sin duda, el más polarizador de estos modelos.
Ambos Modelos
Tanto el MacBook Pro 2016 como el MacBook Pro 2017 incorporan el teclado de mecanismo de mariposa de segunda y tercera generación, respectivamente. Aunque Apple introdujo mejoras de fiabilidad en la tercera generación (2017) con una membrana de silicona bajo las teclas para evitar la entrada de polvo, la experiencia de escritura fundamental es la misma: un recorrido de tecla extremadamente corto, una respuesta „clack-clack” y una reputación de problemas de fiabilidad (teclas que no responden, se quedan pegadas o duplican pulsaciones). Aunque Apple implementó un programa de reparación gratuito para estos teclados, es algo a tener muy en cuenta al comprar uno de segunda mano, ya que la cobertura puede estar expirando o ya haber finalizado.
En cuanto al trackpad, ambos modelos cuentan con el excelente y generoso Force Touch trackpad, que sigue siendo el estándar de oro en la industria por su precisión, tamaño y gestos multitáctiles. En este aspecto, no hay quejas. Es una delicia usarlo.
Veredicto de Teclado y Trackpad: Ambos modelos comparten las mismas ventajas (trackpad sobresaliente) y las mismas desventajas (teclado mariposa controvertido). La ligera mejora en el modelo 2017 no elimina completamente los problemas inherentes al diseño. Aquí no hay un claro ganador, pero sí un claro punto de precaución para ambos.
Quinto Asalto: Conectividad y Batería (El Ecosistema y la Autonomía) 🔌🔋
Conectividad: Thunderbolt 3
Ambos dispositivos apuestan por el futuro (en su momento): los puertos Thunderbolt 3 (USB-C). Las versiones sin Touch Bar de 13 pulgadas de ambos años cuentan con dos de estos puertos. Esto significa que necesitarás adaptadores o docks para tus periféricos USB-A tradicionales, tarjetas SD o pantallas HDMI. Si bien Thunderbolt 3 es extremadamente versátil y potente, la limitación a solo dos puertos puede ser un inconveniente para algunos, obligándote a llevar un adaptador a todas partes. En este aspecto, son idénticos.
Batería y Autonomía
Apple siempre ha sido referente en autonomía. Ambos modelos ofrecen una duración de batería excelente, alrededor de 10 horas de navegación web inalámbrica o reproducción de películas en iTunes. La ligera mejora en eficiencia energética del procesador Kaby Lake en el MacBook Pro 2017 podría ofrecer un minuto extra, pero en el uso real, la diferencia será insignificante. Lo que sí es crucial al comprar un equipo usado es el estado actual de la batería, independientemente del modelo. Revisa los ciclos de carga y la capacidad máxima para asegurarte de que aún tiene una vida útil decente.
Veredicto de Conectividad y Batería: Otro empate. Comparten las mismas opciones de conectividad y una autonomía comparable. El factor más relevante aquí es el estado individual de la batería si compras de segunda mano.
La Ecuación Final: Precio y Disponibilidad 💰
Cuando comparamos modelos de esta edad, la balanza suele inclinarse por el valor percibido y el precio de mercado actual. Ambas máquinas se encuentran en el segmento de equipos usados o reacondicionados. Es probable que encuentres el MacBook Pro 2017 de 128GB y el MacBook Pro 2016 de 256GB a precios muy similares, o quizás el modelo 2016 ligeramente más económico, dado su año de lanzamiento. Sin embargo, la diferencia no suele ser abismal. Aquí es donde la relación calidad-precio se vuelve crítica. Por un precio similar, ¿qué obtienes que sea más valioso para tu experiencia?
Mi Opinión y Veredicto Final: ¿Quién se Lleva la Corona? 👑
Hablemos con total sinceridad. Tras analizar cada aspecto, la respuesta a „¿Cuál gana?” se vuelve bastante clara para la inmensa mayoría de los usuarios.
Aunque el MacBook Pro 2017 presume de una generación más reciente de procesador, la realidad es que el factor más restrictivo y frustrante para la mayoría de los usuarios hoy en día será la capacidad de almacenamiento. Un disco SSD de 128GB es, sencillamente, insuficiente para una experiencia de usuario cómoda a largo plazo.
El rendimiento marginalmente superior del MacBook Pro 2017 es casi imperceptible en el uso diario. Sin embargo, la diferencia entre tener 128GB y 256GB es abismal. Elegir la versión de 128GB te condena a una gestión constante de archivos, compras de almacenamiento en la nube o la necesidad de llevar un disco externo. Esto anula gran parte de la portabilidad y la experiencia „sin fricciones” que Apple promete.
Por lo tanto, mi recomendación sin reservas es el MacBook Pro 2016 de 256GB. ✅
Este modelo te ofrece:
- Un rendimiento que sigue siendo excelente para el trabajo cotidiano.
- El doble de espacio de almacenamiento, lo que significa mucha menos frustración y más libertad para tus archivos.
- La misma magnífica pantalla Retina.
- Una autonomía similar.
¿Para quién sería el MacBook Pro 2017 de 128GB?
Prácticamente para nadie. Quizás si eres un usuario extremadamente minimalista que trabaja 100% en la nube, solo utiliza el navegador y no guarda absolutamente nada en local, y además, encuentras este modelo a un precio ridículamente bajo que justifique las molestias del almacenamiento limitado. Pero incluso en ese escenario, seguiría siendo una elección arriesgada.
Conclusión: Prioriza la Usabilidad 💡
En este duelo, el MacBook Pro 2016 de 256GB emerge como el claro vencedor para la gran mayoría de los usuarios que buscan un equipo funcional, fiable y sin las constantes limitaciones que impone el poco almacenamiento. No te dejes llevar únicamente por el número de la generación del procesador. La experiencia de usuario, la practicidad y la capacidad de guardar tus archivos sin preocupaciones son factores mucho más decisivos en el día a día. Invierte sabiamente y elige la máquina que te brinde la mayor comodidad y libertad para tus tareas digitales. ¡Tu futuro yo te lo agradecerá! 🙏