¡Hola a todos! Hoy os traigo el relato de mi última aventura: la creación de un custom loop de refrigeración líquida. Después de años utilizando sistemas AIO (All-in-One), me decidí a dar el salto y sumergirme en el mundo del water cooling personalizado. La meta: reducir las temperaturas de mi CPU y GPU al máximo, y de paso, darle un toque estético único a mi PC. El desafío: un circuito complejo con dos radiadores, uno de 360mm y otro de 240mm.
Planificación y Componentes
Antes de empezar a comprar componentes como loco, dediqué tiempo a planificar. Medir el espacio disponible en mi caja (una Corsair Obsidian 500D), investigar compatibilidades y leer infinidad de foros fue crucial. Finalmente, me decidí por:
- Bloques de agua: Un bloque EKWB Quantum Velocity² para la CPU (un Ryzen 9 5900X) y un bloque Bykski para mi GPU (una RTX 3080).
- Radiadores: Un Alphacool NexXxoS ST30 de 360mm y un Alphacool NexXxoS ST30 de 240mm. Buscaba el mejor equilibrio entre rendimiento y espacio.
- Bomba/Depósito: Una bomba EKWB D5 con un depósito de 150mm integrado. La D5 es conocida por su fiabilidad y potencia.
- Tubos y racores: Utilicé tubos rígidos acrílicos Corsair Hydro X Series XT Hardline y racores EKWB Torque HDC. ¡El aspecto estético era importante!
- Ventiladores: Seis Corsair iCUE QL120 RGB para los radiadores. Tenía que haber algo de color, ¿no?
- Líquido refrigerante: EKWB CryoFuel Clear. Quería un líquido transparente para poder jugar con la iluminación RGB.
Montaje: Un Proceso Delicado
El montaje fue, digamos, una experiencia… enriquecedora. Doblar los tubos rígidos fue la parte más desafiante. Requiere paciencia, calor (utilicé una pistola de calor) y un molde para conseguir las curvas perfectas. Fallé varias veces, pero al final lo logré. ¡Tuve que comprar un tubo extra para compensar!
Conectar los bloques de agua, radiadores, bomba/depósito y tubos fue más sencillo, pero igual de importante. Asegurarse de que todos los racores estén bien apretados es fundamental para evitar fugas. ¡Nadie quiere agua en sus componentes!
Prueba de Fugas y Rellenado
Antes de encender el PC, realicé una prueba de fugas exhaustiva. Conecté la bomba a una fuente de alimentación externa y la dejé funcionando durante 24 horas con el depósito lleno de agua destilada. ¡Afortunadamente, no hubo fugas!
Después, vacié el agua destilada y rellené el circuito con el refrigerante EKWB CryoFuel Clear. Encendí el PC y me aseguré de que la bomba funcionara correctamente y que el líquido circulara por todo el circuito. Hubo que purgar el aire, un proceso que lleva tiempo y paciencia.
Resultados y Rendimiento
Y aquí viene lo bueno: ¡los resultados! Antes del custom loop, mi CPU alcanzaba temperaturas de hasta 85°C en carga con un AIO de 240mm. La GPU rondaba los 75°C. Ahora, con el nuevo circuito, la CPU no supera los 65°C y la GPU se mantiene por debajo de los 60°C, ¡incluso con overclocking! La diferencia es notable. Además, el PC es mucho más silencioso, ya que los ventiladores no tienen que girar tan rápido.
La inversión en un custom loop puede parecer elevada al principio, pero los beneficios en cuanto a rendimiento, silencio y estética son innegables.
Consideraciones Finales y Opinión
Montar un custom loop es un proyecto que requiere tiempo, paciencia y una buena dosis de investigación. No es un proceso sencillo, pero la satisfacción de ver el PC funcionando a temperaturas óptimas y con un aspecto impresionante es inigualable. ¿Lo recomendaría? Absolutamente. Si buscas el máximo rendimiento y no te importa dedicar tiempo al mantenimiento, un sistema de refrigeración líquida personalizado es una excelente opción. Sin embargo, es importante tener en cuenta que requiere mantenimiento periódico (limpieza del circuito, cambio del líquido refrigerante) para mantener su rendimiento óptimo.
Desde mi experiencia, la diferencia de temperatura fue más notable en la GPU que en la CPU, probablemente porque el disipador de serie de la 3080 no era tan eficiente como el AIO que tenía en la CPU. El ruido también se redujo drásticamente, especialmente bajo carga intensa. En cuanto a la estética, ¡el resultado es espectacular! La iluminación RGB de los ventiladores y el líquido transparente le dan un toque único a mi PC.
¿Volvería a hacerlo? Sin dudarlo. Aunque el proceso fue desafiante, aprendí muchísimo sobre refrigeración líquida y disfruté cada etapa de la construcción. Ahora, a disfrutar de un PC fresco y silencioso. ¡Hasta la próxima!