En el fascinante, y a veces confuso, mundo de la tecnología de segunda mano, la elección de un portátil usado puede ser una tarea desalentadora. Si tu mirada se ha posado en los MacBook Pro, es muy probable que te hayas encontrado con dos modelos que, a simple vista, parecen idénticos pero esconden diferencias cruciales bajo el capó: el MacBook Pro 2016 y el MacBook Pro 2017. Ambos representan una era de transición para Apple, marcando la adopción del diseño más delgado, el polémico teclado mariposa y la omnipresencia del puerto Thunderbolt 3. Pero, ¿cuál de estos dos veteranos es la mejor inversión para ti en 2024? Acompáñanos en esta comparativa exhaustiva para desentrañar sus secretos y ayudarte a tomar la decisión más acertada.
Diseño Exterior: Misma Estética, Distintas Sensaciones Internas
Desde una perspectiva puramente visual, tanto la variante de 2016 como el modelo de 2017 son prácticamente indistinguibles. Comparten el mismo chasis de aluminio unibody, la pantalla Retina con una generosa gama de colores P3, los altavoces estéreo ubicados a los lados del teclado (en la versión de 15 pulgadas y los modelos de 13 pulgadas con Touch Bar), y, por supuesto, la introducción de la revolucionaria Touch Bar con Touch ID. Esta barra táctil contextual, junto con el sensor de huellas dactilares integrado, fue una novedad que generó tanto admiración como escepticismo.
Ambos equipos lucen elegantes y modernos, un testimonio del diseño atemporal de Apple. Sin embargo, como veremos, la verdadera distinción reside en los componentes internos que impulsan su rendimiento y en la experiencia de uso a largo plazo.
Corazón del Sistema: Procesadores a Examen 🚀
Aquí es donde comenzamos a ver las diferencias más palpables. La potencia de procesamiento es un factor clave en cualquier dispositivo, y estos dos portátiles se separan por una generación de chips Intel:
- MacBook Pro 2016: Equipado con procesadores Intel Skylake (de sexta generación).
- MacBook Pro 2017: Incorpora procesadores Intel Kaby Lake (de séptima generación).
Los chips Kaby Lake, presentes en la edición de 2017, ofrecen una mejora incremental pero notable sobre los Skylake. Estamos hablando de un aumento en el rendimiento de la CPU que, según las pruebas sintéticas, ronda entre el 5% y el 10% en tareas de un solo núcleo, y hasta un 15-20% en cargas de trabajo multinúcleo. Esto se traduce en una mayor fluidez al ejecutar aplicaciones exigentes, compilar código o realizar tareas de edición de video más complejas. Además, Kaby Lake introdujo un motor de medios mejorado con decodificación y codificación nativa de HEVC (H.265) de 10 bits, lo que resulta en una reproducción de video 4K más eficiente y un menor consumo energético al trabajar con este tipo de contenido. Si bien no es una revolución, este salto generacional proporciona un ligero pero perceptible empuje en la capacidad de procesamiento general.
Potencia Gráfica: ¿Cuánto Ganas?
La unidad de procesamiento gráfico (GPU) también recibió una actualización importante en el modelo más reciente. Las mejoras son las siguientes:
- MacBook Pro 2016 (13 pulgadas): Intel Iris Graphics 540 o 550.
- MacBook Pro 2017 (13 pulgadas): Intel Iris Plus Graphics 640 o 650.
- MacBook Pro 2016 (15 pulgadas): Radeon Pro 450, 455 o 460.
- MacBook Pro 2017 (15 pulgadas): Radeon Pro 555 o 560.
Las GPUs integradas Iris Plus del modelo de 2017 ofrecen un rendimiento gráfico hasta un 15-20% superior al de sus predecesores Iris Graphics, lo que beneficia tareas como la edición de fotos, el diseño gráfico ligero o incluso algunos videojuegos ocasionales. Para las variantes de 15 pulgadas, equipadas con gráficos dedicados de AMD, la mejora es aún más pronunciada. La Radeon Pro 560 del MacBook Pro 2017 puede ofrecer hasta un 30% más de rendimiento que la Radeon Pro 460 del equipo de 2016 en ciertas aplicaciones. Esto es particularmente relevante para profesionales que trabajan con edición de video, renderizado 3D o software de diseño que aproveche la aceleración por GPU. No convierte estos equipos en estaciones de trabajo de élite para juegos, pero definitivamente amplía sus capacidades creativas.
Memoria RAM y Almacenamiento SSD: Pilares de la Fluidez
En cuanto a la memoria de acceso aleatorio (RAM), ambos modelos mantienen la misma arquitectura y capacidades. Utilizan memoria LPDDR3 (low-power double data rate 3) a 2133 MHz, con configuraciones de 8 GB o 16 GB. Es importante destacar que la RAM está soldada a la placa base en ambos equipos, lo que significa que no se puede actualizar post-compra. Por lo tanto, si optas por cualquiera de estas máquinas, asegúrate de elegir una configuración de memoria que se ajuste a tus necesidades futuras.
Respecto al almacenamiento, ambos MacBook Pro utilizan unidades de estado sólido (SSD) increíblemente rápidas, conectadas a través de PCIe. Apple fue pionera en ofrecer un desempeño de almacenamiento excepcional, y tanto el equipo de 2016 como el de 2017 no son una excepción. Si bien el modelo más reciente podría tener unas velocidades de lectura y escritura marginalmente superiores en pruebas sintéticas, la diferencia es imperceptible en el uso diario. Ambos ofrecen una experiencia de carga de aplicaciones y archivos casi instantánea, siendo uno de los puntos más sólidos de estas generaciones.
El Elefante en la Habitación: El Teclado Mariposa ⌨️
No podemos hablar de estas generaciones de MacBook Pro sin abordar el controvertido teclado mariposa. Tanto el equipo de 2016 como el de 2017 incorporan la segunda generación de este mecanismo. Conocido por su perfil extremadamente delgado y una sensación de pulsación muy corta, este componente de entrada ha sido fuente de innumerables quejas debido a problemas de fiabilidad, como teclas que se atascan, registran dobles pulsaciones o simplemente dejan de funcionar por la entrada de polvo o pequeñas partículas. Aunque Apple implementó un programa de servicio para estos teclados, el problema persistió hasta generaciones posteriores con el diseño de tercera generación.
Si bien algunos usuarios sugieren que la versión de 2017 fue marginalmente más robusta, la realidad es que el diseño fundamentalmente defectuoso seguía presente en ambos. Es un riesgo que hay que considerar al adquirir cualquiera de estos dispositivos. Te recomendamos probar el teclado a fondo antes de la compra y, si es posible, optar por una unidad que haya tenido un reemplazo de teclado bajo el programa de servicio de Apple, ya que esto extiende la garantía del teclado por un tiempo adicional.
Pantalla y Sonido: Una Experiencia Inmersiva Consistente
En el apartado multimedia, la paridad es casi total. Ambos modelos presumen de la misma impresionante pantalla Retina con brillo de 500 nits y una amplia gama de colores P3, lo que garantiza una reproducción de imágenes vibrante y precisa, ideal para profesionales creativos o simplemente para disfrutar de contenido multimedia de alta calidad. Los blancos son puros y los negros profundos, ofreciendo una experiencia visual excepcional.
En cuanto al audio, la experiencia también es idéntica y de muy alta calidad. Los altavoces de estos MacBook Pro producen un sonido estéreo rico y sorprendentemente potente para un portátil de su tamaño, con buenos bajos y agudos claros. Ver películas o escuchar música sin auriculares es un placer en cualquiera de estos dos equipos.
Puertos y Conectividad: La Visión del Futuro (y Sus Adaptadores) 🔌
La adopción temprana de Thunderbolt 3 por parte de Apple en 2016 fue una apuesta audaz que eliminó casi todos los puertos tradicionales en favor de la versatilidad del USB-C. Ambos modelos presentan exclusivamente puertos Thunderbolt 3 (cuatro en las versiones de 15 pulgadas y los modelos de 13 pulgadas con Touch Bar; dos en el modelo de 13 pulgadas sin Touch Bar). Esto significa que necesitarás adaptadores para la mayoría de tus periféricos antiguos (USB-A, HDMI, tarjetas SD), lo que puede ser un inconveniente y un coste adicional.
Sin embargo, la ventaja es la tremenda versatilidad de Thunderbolt 3, que permite conectar monitores externos de alta resolución, unidades de almacenamiento ultrarrápidas, e incluso eGPUs (unidades de procesamiento gráfico externas) para potenciar aún más las capacidades gráficas del portátil. En este aspecto, ambos modelos ofrecen la misma experiencia, con las mismas ventajas y desventajas inherentes a la decisión de diseño de Apple.
Autonomía de la Batería: ¿Una Diferencia Significativa? 🔋
La duración de la carga es siempre una preocupación para los usuarios de portátiles. Si bien Apple publicitó hasta 10 horas de autonomía para ambos modelos, la experiencia en el mundo real puede variar considerablemente. Los procesadores Kaby Lake del MacBook Pro 2017 son intrínsecamente más eficientes desde el punto de vista energético que los Skylake de la edición de 2016. Esta eficiencia, combinada con las mejoras en el motor de medios, podría traducirse en una autonomía ligeramente superior para el modelo de 2017, especialmente en tareas de reproducción de video o navegación web. No obstante, no esperes una diferencia abismal. La salud de la batería en un equipo de segunda mano será un factor mucho más determinante que la generación del procesador. Es crucial verificar el ciclo de carga y la capacidad máxima de la batería antes de la adquisición.
La Perspectiva del Valor: Precios Actuales y Obsolescencia 💰
En el mercado de segunda mano, la relación calidad-precio es el rey. Los MacBook Pro 2016 suelen ser más económicos que los modelos de 2017, lo cual es lógico dada su antigüedad. La diferencia de precio, sin embargo, debe ser un factor clave en tu decisión. Si el ahorro es sustancial, el modelo de 2016 podría ser una opción tentadora para usuarios con presupuestos muy ajustados o necesidades de rendimiento más básicas.
Sin embargo, hay un factor crucial a considerar: el soporte de software. Apple tiende a ofrecer entre 6 y 7 años de actualizaciones importantes de macOS para sus equipos. El MacBook Pro 2016 ya no es compatible con macOS Sonoma, mientras que el MacBook Pro 2017 sí lo es. Esto significa que el equipo de 2017 disfrutará de, al menos, un año más de soporte oficial para las versiones más recientes del sistema operativo de Apple, lo que representa una ventaja significativa en términos de seguridad, compatibilidad con software moderno y acceso a nuevas funcionalidades. Este aspecto de la longevidad del software es una de las razones más poderosas para optar por el modelo más reciente si la diferencia de coste no es excesiva.
¿Para Quién es Cada Modelo? 🤔
Definir al usuario ideal para cada uno de estos portátiles te ayudará a clarificar tu elección:
- MacBook Pro 2016: Es una opción interesante si tu presupuesto es el factor más restrictivo. Es adecuado para tareas cotidianas como navegación web, correo electrónico, consumo de medios, ofimática básica y edición de fotos o videos muy ligeros. Si ya tienes un ecosistema de adaptadores USB-C o no te importa adquirirlos, y tus expectativas de rendimiento no son las más altas, este equipo aún puede servirte como una máquina secundaria o para un estudiante con necesidades básicas.
- MacBook Pro 2017: Representa una inversión ligeramente superior que, para la mayoría de los usuarios, está justificada. La mejora en los procesadores (CPU y GPU) y el soporte extendido para las actualizaciones de macOS lo hacen más „a prueba de futuro”. Es ideal para profesionales que necesitan un poco más de potencia para edición de video, diseño gráfico, desarrollo de software o cualquier tarea que se beneficie de una mayor capacidad de procesamiento. Si buscas una máquina que te acompañe un poco más en el tiempo antes de sentir la necesidad de una actualización, esta es la elección predilecta.
Mi Veredicto Final
Si bien ambos modelos comparten una estética y una base tecnológica similares, la evolución interna del MacBook Pro 2017 le otorga una ventaja crucial en longevidad y rendimiento sostenido, haciendo que, para la mayoría, la inversión adicional sea justificada.
Después de analizar en profundidad las características de ambos dispositivos, mi recomendación se inclina claramente hacia el MacBook Pro 2017. Las mejoras en el procesador Kaby Lake, tanto en la CPU como en la GPU, aunque incrementales, se traducen en un rendimiento perceptiblemente superior en el uso diario y en tareas más exigentes. Este equipo no solo será más ágil hoy, sino que también te ofrecerá un año adicional de soporte oficial de macOS, lo cual es invaluable para la seguridad y la compatibilidad con el software más moderno.
Si la diferencia de precio entre un MacBook Pro 2016 y un MacBook Pro 2017 en el mercado de segunda mano es mínima (digamos, menos de 100-150 euros/dólares), no hay duda: opta por el modelo más reciente. La ligera mejora en la eficiencia energética, la potencia gráfica y la vida útil prolongada del software superan con creces el pequeño desembolso adicional.
Solo consideraría seriamente el MacBook Pro 2016 si la diferencia de coste es muy significativa y tus necesidades de computación son realmente básicas. Pero incluso en ese escenario, deberías sopesar cuidadosamente el hecho de que su ventana de actualizaciones de software ya ha comenzado a cerrarse.
Conclusión
La elección entre el MacBook Pro 2016 y el MacBook Pro 2017 no es simplemente una cuestión de año de fabricación; es una decisión informada sobre la evolución del hardware y la longevidad del software. Ambos son equipos capaces que marcaron una era, pero el modelo de 2017 se beneficia de sutiles, pero importantes, refinamientos que lo posicionan como la alternativa superior para la mayoría de los usuarios que buscan un equilibrio entre rendimiento, durabilidad y valor a largo plazo en el mercado de segunda mano. Investiga bien los precios, verifica el estado de la batería y el teclado, y elige sabiamente para que tu inversión tecnológica sea un éxito.