Si eres usuario de Mac, sabes que estas máquinas son sinónimo de eficiencia, diseño y un rendimiento generalmente impecable. Sin embargo, hay un escenario que puede hacer que incluso el usuario más paciente se desespere: las transferencias de archivos lentas a discos duros externos. Esa barra de progreso que parece no moverse, o el temido „circulito de colores” girando sin fin, es una experiencia frustrante que muchos hemos vivido. Pero no te preocupes, no estás solo y, lo que es mejor, ¡tenemos la solución!
En este artículo exhaustivo, vamos a desglosar las razones por las que tu Mac puede ir lento al transferir a discos externos y, lo más importante, te proporcionaremos un conjunto de estrategias y trucos para recuperar esa velocidad de antaño. Desde la elección del hardware hasta la configuración del software, cubriremos cada aspecto para que tus datos se muevan tan rápido como lo esperas. Prepárate para optimizar tu flujo de trabajo y despedirte de las esperas interminables.
¿Por Qué Tu Mac Ralentiza las Transferencias? Entendiendo la Raíz del Problema 🧐
Antes de sumergirnos en las soluciones, es fundamental comprender por qué ocurre este cuello de botella. No siempre es un único factor; a menudo, es una combinación de elementos que conspira contra la velocidad de transferencia. Aquí te presentamos los principales culpables:
1. Factores de Hardware 🔌
- El Cable es Crucial: A menudo subestimado, el cable USB o Thunderbolt es el primer punto de control. Un cable de baja calidad, dañado o que no cumple con el estándar adecuado (por ejemplo, usar un USB 2.0 para un dispositivo USB 3.0) limitará drásticamente la velocidad.
- Tipo de Puerto y Conexión: ¿Estás usando un puerto USB-A en lugar de un USB-C o Thunderbolt? ¿Tu disco externo es compatible con las velocidades más rápidas que ofrecen estos puertos? Las diferencias entre USB 2.0 (480 Mbps), USB 3.0/3.1 Gen 1 (5 Gbps), USB 3.1 Gen 2 (10 Gbps) y Thunderbolt 3/4 (40 Gbps) son abismales.
- El Disco Duro Externo en Sí: Un disco duro tradicional (HDD) es inherentemente más lento que una unidad de estado sólido (SSD). Los HDD tienen partes móviles que limitan su velocidad de lectura/escritura a menudo por debajo de los 150 MB/s, mientras que los SSD externos pueden alcanzar cientos, o incluso miles, de MB/s. Además, un disco externo antiguo o casi lleno puede ver su rendimiento degradado.
- Hubs y Adaptadores: Si utilizas un hub USB o un adaptador multipuerto, este puede introducir su propio cuello de botella, especialmente si es de baja calidad o si no proporciona suficiente energía.
- Disco Interno del Mac Casi Lleno: Aunque parezca contradictorio, si el disco de arranque de tu Mac está casi lleno, el sistema operativo puede ralentizar todas las operaciones, incluyendo las transferencias externas, ya que necesita espacio para archivos temporales y la gestión de la memoria virtual.
2. Factores de Software y Sistema ⚙️
- Sistema de Archivos Incompatible: El sistema de archivos del disco externo es vital. Si está formateado en NTFS (el formato de Windows), tu Mac solo podrá leerlo de forma nativa, pero no escribir en él sin software de terceros, lo que a menudo resulta en transferencias lentas o problemas de escritura. APFS (Apple File System) y HFS+ (Mac OS Plus) son los formatos nativos de macOS.
- macOS Desactualizado: Una versión antigua de macOS podría contener errores no resueltos o carecer de optimizaciones para hardware moderno. Mantener tu sistema operativo al día es fundamental.
- Procesos en Segundo Plano: Time Machine, la indexación de Spotlight, sincronización de la nube (iCloud Drive, Dropbox, Google Drive) o incluso un software antivirus, pueden consumir recursos del sistema y del disco, afectando la velocidad de transferencia.
- Archivos Corruptos o Permisos Incorrectos: Un archivo o directorio dañado en el origen o destino, o problemas con los permisos de acceso, pueden causar interrupciones o ralentizaciones.
- Software de Terceros Conflictivo: Algunas aplicaciones pueden interferir con las operaciones del sistema, incluyendo los controladores de almacenamiento.
3. Hábitos del Usuario 🧠
- Expulsar Incorrectamente: No expulsar de forma segura un disco externo puede llevar a la corrupción del sistema de archivos, lo que a la larga puede afectar el rendimiento.
- Multitarea Intensa: Realizar tareas que exigen muchos recursos (edición de vídeo, juegos, compilación de código) mientras transfieres archivos grandes puede saturar tu Mac.
La Solución Definitiva: Acelera Tus Transferencias de Archivos en Mac ✅
Ahora que entendemos las causas, es hora de poner manos a la obra. Aquí te presentamos un conjunto de soluciones probadas para mejorar drásticamente la velocidad de transferencia de archivos en tu Mac.
Paso 1: Revisa y Optimiza tu Hardware 🔌
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Invierte en un Cable de Calidad: Esto no es un gasto, es una inversión. Asegúrate de usar un cable USB-C a USB-C compatible con USB 3.1 Gen 2 (10 Gbps) o, mejor aún, un cable Thunderbolt 3 o 4 (40 Gbps) si tanto tu Mac como tu disco externo lo soportan. Evita cables genéricos y prioriza los certificados.
💡 Consejo: Busca el logotipo de Thunderbolt o USB SuperSpeed+.
- Prueba Diferentes Puertos y Evita Hubs (Inicialmente): Conecta tu disco externo directamente a tu Mac. Si utilizas un hub, pruébalo en diferentes puertos del hub o, si es posible, evita el hub por completo para descartar que sea la fuente del problema. Asegúrate de que el puerto de tu Mac esté limpio y libre de suciedad.
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Actualiza tu Disco Externo (Si es un HDD Antiguo): Si aún utilizas un HDD antiguo para tus copias de seguridad o proyectos principales, considera seriamente pasarte a un SSD externo. La diferencia en velocidad es asombrosa y es una de las mejoras más significativas que puedes hacer.
„La migración de un disco duro mecánico (HDD) a una unidad de estado sólido (SSD) para el almacenamiento externo es, en la mayoría de los casos, la mejora más impactante que un usuario de Mac puede realizar para la velocidad de transferencia. Es la diferencia entre caminar y volar.”
- Verifica la Salud del Disco Externo: Usa la „Utilidad de Discos” de macOS (Aplicaciones > Utilidades) para seleccionar tu disco externo y ejecutar „Primera Ayuda”. Esto puede detectar y reparar errores menores en el sistema de archivos que podrían estar ralentizando las cosas.
- Libera Espacio en tu Disco Interno: Asegúrate de que el disco de arranque de tu Mac tenga al menos un 15-20% de espacio libre. macOS necesita este espacio para funcionar de manera óptima. Ve a „Acerca de este Mac” > „Almacenamiento” para ver un desglose y usar las herramientas de optimización de espacio.
Paso 2: Optimiza la Configuración de macOS y del Disco ⚙️
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Formatea el Disco con el Sistema de Archivos Correcto: Este es un punto crítico.
- Para SSD externos y para uso exclusivo con Mac, formatea en APFS.
- Para HDD externos y para uso exclusivo con Mac, usa Mac OS Plus (HFS+).
- Si necesitas compatibilidad con Windows, exFAT es una opción, pero puede ser ligeramente menos eficiente que APFS/HFS+ para transferencias grandes.
¿Cómo formatear? Abre „Utilidad de Discos”, selecciona el disco (no la partición) y haz clic en „Borrar”. Elige el nombre y el formato adecuado.
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Ajusta los Permisos del Disco Externo: A veces, los problemas de permisos ralentizan las transferencias.
- Selecciona tu disco externo en el Finder.
- Presiona
Comando + Ipara abrir la ventana de „Obtener información”. - En la sección „Compartir y permisos”, marca la casilla „Ignorar propiedad en este volumen”. Esto puede agilizar el acceso a los archivos.
- Mantén macOS Actualizado: Ve a „Ajustes del Sistema” > „General” > „Actualización de software” y asegúrate de que tu Mac tenga la última versión de macOS. Las actualizaciones suelen incluir mejoras de rendimiento y parches para errores.
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Desactiva Procesos en Segundo Plano Temporalmente: Antes de una transferencia grande, considera pausar:
- Time Machine: Puedes pausar las copias de seguridad automáticas en „Ajustes del Sistema” > „General” > „Time Machine”.
- Sincronización de la Nube: Desactiva temporalmente servicios como Dropbox, Google Drive o iCloud Drive si están sincronizando muchos archivos.
- Indexación de Spotlight: Si Spotlight está indexando un nuevo disco, puede consumir recursos. Puedes verificarlo en „Monitor de Actividad” (Aplicaciones > Utilidades).
Paso 3: Hábitos de Transferencia Inteligentes 🧠
- Transfiere un Solo Archivo Grande en Lugar de Muchos Pequeños: Mover 10 GB en un solo archivo es generalmente más rápido que mover 10.000 archivos de 1 MB. Si necesitas transferir muchos archivos pequeños, comprímelos en un archivo .zip o .tar antes de la transferencia.
- Cierra Aplicaciones Innecesarias: Cuantas menos aplicaciones estén abiertas y utilizando recursos, más ancho de banda y potencia de procesamiento estará disponible para la transferencia.
- Utiliza el Monitor de Actividad: Durante una transferencia lenta, abre „Monitor de Actividad” (Aplicaciones > Utilidades) y dirígete a la pestaña „Disco”. Aquí podrás ver qué procesos están leyendo o escribiendo datos en tus discos, lo que puede ayudarte a identificar un culpable inesperado.
- Expulsa Siempre el Disco de Forma Segura: Arrastra el icono del disco a la papelera (que se convertirá en un icono de expulsión) o haz clic derecho sobre el disco en el Finder y selecciona „Expulsar”. Esto previene la corrupción de datos y garantiza la integridad del sistema de archivos.
Paso 4: Soluciones Avanzadas y Diagnóstico 🔍
- Arranca en Modo Seguro: Inicia tu Mac en Modo Seguro (el proceso varía según si tienes un Mac con chip Apple M1/M2 o Intel). Esto carga solo las extensiones de kernel esenciales y puede ayudar a diagnosticar si el problema es causado por software de terceros. Prueba la transferencia en Modo Seguro.
- Restablece el SMC y la NVRAM/PRAM (Solo Mac Intel): Para Macs con procesadores Intel, restablecer el SMC (System Management Controller) y la NVRAM/PRAM puede resolver problemas relacionados con la gestión de energía, puertos USB, y otros componentes. Para Macs con chip Apple, simplemente reiniciar suele ser suficiente.
- Considera un Borrado e Instalación Limpia de macOS: Como último recurso, si has probado todo lo anterior y el problema persiste, una instalación limpia de macOS puede eliminar cualquier corrupción de software profunda. Asegúrate de hacer una copia de seguridad completa antes de este paso.
Mi Opinión Personal (Basada en Datos Reales) 💡
Como usuario de Mac desde hace años y habiendo asistido a muchos otros con problemas similares, mi experiencia me dice que la mayoría de los casos de Mac lento al transferir archivos se resumen en tres puntos clave: la calidad del cable, el formato del disco y el tipo de unidad externa. He visto a personas pasar de velocidades ridículamente lentas (por debajo de 30 MB/s) a superar los 400 MB/s simplemente cambiando un cable USB-A a USB 3.0 por uno USB-C 3.1 Gen 2, o sustituyendo un HDD externo por un SSD externo. La diferencia no es sutil, es transformadora.
Los datos no mienten: un SSD NVMe externo conectado vía Thunderbolt 3/4 puede ofrecer velocidades de lectura/escritura superiores a los 2000 MB/s, mientras que un HDD USB 3.0 apenas superará los 150 MB/s en el mejor de los escenarios. La brecha es enorme. Además, el sistema de archivos es un factor decisivo; intentar escribir en un disco NTFS sin software adicional o con una solución subóptima garantiza una experiencia frustrante. Asegurarse de que el disco esté formateado en APFS o HFS+ es un paso fundamental que a menudo se pasa por alto.
A menudo, buscamos soluciones complejas cuando la respuesta está en los fundamentos: la infraestructura básica de nuestros dispositivos. Invertir en cables de buena calidad y, si el presupuesto lo permite, en un SSD externo, así como mantener un sistema de archivos adecuado, solucionará la gran mayoría de los problemas de rendimiento de transferencia en Mac.
Conclusión: Recupera la Velocidad y la Productividad 🚀
Experimentar una baja velocidad de transferencia de datos en tu Mac puede ser increíblemente exasperante y un verdadero freno para tu productividad. Sin embargo, como hemos visto, rara vez se trata de un problema irresoluble. Al abordar tanto los aspectos de hardware como de software, y adoptando hábitos de transferencia inteligentes, puedes restaurar la agilidad que esperas de tu equipo Apple.
Desde la elección del cable correcto y la optimización del formato del disco hasta la liberación de espacio y la gestión de procesos en segundo plano, cada paso suma. No subestimes el impacto de estas acciones. Esperamos que esta guía detallada te haya proporcionado las herramientas y el conocimiento necesarios para superar los desafíos de las transferencias lentas y disfrutar de un flujo de trabajo más fluido y eficiente con tu Mac. ¡Dile adiós a las esperas y hola a la velocidad! 🎉