¿Transferencias eternas? Cómo solucionar una copia muy lenta a través de USB en tu Mac

Imagina esto: necesitas mover una gran cantidad de archivos, quizás las fotos de tus últimas vacaciones o ese proyecto importante del trabajo, desde o hacia tu Mac. Conectas tu unidad externa vía USB, arrastras y sueltas, y de repente… el indicador de progreso se detiene. La barra avanza a paso de tortuga, estimando „más de un día” para una transferencia que esperabas que tomara minutos. Si te suena familiar, no estás solo. Muchos usuarios de Apple experimentan la frustrante lentitud en las transferencias USB, transformando una tarea sencilla en una verdadera prueba de paciencia. Pero no te desesperes; este comportamiento no es el destino inmutable de tu equipo. En este artículo, desentrañaremos las causas de este exasperante inconveniente y te brindaremos un arsenal de soluciones prácticas para que tus datos fluyan con la agilidad que mereces.

¿Por Qué Mi Mac Es Tan Lento con el USB? Desentrañando el Misterio 🔍

La reputación de velocidad y eficiencia de los Macs a menudo contrasta con la realidad de las copias de archivos a través de conexiones externas. Comprender las razones detrás de este rendimiento subóptimo es el primer paso para superarlo. No hay una única causa; la lentitud puede ser un cóctel de factores de hardware, software y configuración.

Factores de Hardware: El Cuello de Botella Físico

• Versión del Puerto y Dispositivo USB: Esta es, quizás, la causa más común. Si tu Mac o tu dispositivo externo utiliza USB 2.0, la velocidad máxima teórica es de 480 Mbps (60 MB/s), pero en la práctica, rara vez supera los 30-40 MB/s. Comparado con USB 3.0 (5 Gbps, 625 MB/s) o Thunderbolt (hasta 40 Gbps), la diferencia es abismal. Asegúrate de que tanto tu Mac como tu unidad externa soporten las versiones más recientes (USB 3.0, 3.1, 3.2 o Thunderbolt) para un rendimiento óptimo.
• Calidad del Cable USB: Un cable defectuoso o de baja calidad puede degradar drásticamente la velocidad. Algunos cables USB solo están diseñados para cargar dispositivos o para transferencias de datos básicas. Además, un cable demasiado largo puede generar pérdida de señal y, por ende, una merma en la agilidad de los datos. Invierte en cables certificados y de longitud adecuada para tus conexiones de datos.
• Tipo de Dispositivo Externo: No todos los discos externos son iguales. Un disco duro mecánico (HDD) siempre será más lento que una unidad de estado sólido (SSD), independientemente del puerto USB. Los HDD tienen platos giratorios y cabezales de lectura/escritura que limitan su velocidad inherente. Si estás moviendo archivos grandes regularmente, un SSD externo es una inversión que vale la pena.
• Uso de Hubs USB: Si conectas tu unidad externa a través de un hub USB no alimentado o de baja calidad, este puede convertirse en un cuello de botella. Los hubs comparten el ancho de banda y, si están conectados a múltiples dispositivos, la velocidad se dividirá, afectando el proceso de copia.
• Puertos Dañados o Sucios: Aunque menos común, un puerto USB de tu Mac obstruido con polvo o ligeramente dañado puede causar problemas de conexión y rendimiento.

Factores de Software y Sistema: El Lado Digital

• Sistema de Archivos Ineficiente: El formato en que está formateada tu unidad externa es crucial. Si la unidad está en NTFS (el sistema de archivos predeterminado de Windows), tu Mac solo puede leerla de forma nativa. Para escribir, necesitarás software de terceros (como Paragon NTFS for Mac o Tuxera NTFS for Mac), que, aunque funcional, puede introducir una ligera sobrecarga. Para el mejor rendimiento con Mac, formatea tus unidades en APFS (Apple File System) o Mac OS Plus (HFS+). Si necesitas compatibilidad con Windows, exFAT es una buena alternativa, aunque puede ser ligeramente menos eficiente que los formatos nativos de Apple.
• Procesos en Segundo Plano: Tu Mac puede estar realizando otras tareas que consumen recursos del sistema, como indexación de Spotlight, copias de seguridad de Time Machine, sincronización en la nube o programas antivirus. Estos procesos pueden monopolizar el uso del disco y la CPU, ralentizando cualquier otra operación de entrada/salida.
• macOS Desactualizado o Errores del Sistema: Un sistema operativo obsoleto puede contener bugs que afectan el rendimiento del USB. Mantener tu macOS actualizado es fundamental para asegurar la estabilidad y las últimas mejoras de rendimiento.
• Corrupción del Disco o Errores de Permisos: Una unidad externa con errores en su sistema de archivos o permisos incorrectos puede hacer que el proceso de lectura/escritura sea lento y propenso a fallos.

Diagnóstico y Primeros Auxilios: Identificando el Cuello de Botella 🔍

Antes de aplicar soluciones drásticas, es esencial identificar la raíz del problema. Aquí te mostramos cómo puedes diagnosticar la lentitud:

Paso 1: Verificación de Hardware y Conexiones

1. Prueba Cruzada de Puertos: Conecta tu unidad externa a diferentes puertos USB de tu Mac. Si uno funciona más rápido que otro, podría indicar un problema con un puerto específico.
2. Cambia el Cable: Sustituye el cable USB actual por otro que sepas que funciona correctamente y que sea de buena calidad.
3. Prueba Otra Unidad Externa: Si tienes acceso a otra unidad USB externa (idealmente un SSD), prueba a copiar archivos con ella. Si la segunda unidad es mucho más rápida, tu unidad original podría ser el problema.
4. Sin Hubs por Ahora: Conecta la unidad externa directamente a tu Mac, evitando cualquier hub USB.
5. Informe del Sistema: Ve a „Acerca de este Mac” > „Informe del sistema…” y en la sección „Hardware”, selecciona „USB”. Aquí podrás ver los detalles de los dispositivos USB conectados y la versión del puerto (por ejemplo, „USB 3.0 Bus”). Esto te ayudará a confirmar si estás usando un puerto de alta velocidad.

Paso 2: Evaluación del Software y el Sistema

1. Monitor de Actividad: Abre „Monitor de Actividad” (Aplicaciones > Utilidades) y selecciona la pestaña „Disco”. Observa los „Datos leídos/escritos por segundo” mientras realizas una transferencia. También revisa la pestaña „CPU” para ver si hay procesos que estén consumiendo demasiados recursos. 💡 Cierra cualquier aplicación que no estés usando.
2. Reinicia tu Mac: A veces, un simple reinicio puede solucionar problemas temporales del sistema y liberar recursos.
3. Desactiva Spotlight Temporalmente: Spotlight indexa las unidades conectadas. Para una unidad externa que estás usando intensivamente, puedes excluirla temporalmente. Ve a „Ajustes del Sistema” > „Siri y Spotlight” > „Privacidad de Spotlight” y añade tu unidad externa.
4. Utilidad de Discos: Abre „Utilidad de Discos” (Aplicaciones > Utilidades), selecciona tu unidad externa en la barra lateral y haz clic en „Primera Ayuda”. Esto buscará y, si es posible, reparará errores en el sistema de archivos de la unidad.

Soluciones Definitivas: De la Paciencia a la Velocidad ⚡️

Una vez que tienes una idea de dónde reside el problema, es hora de implementar las soluciones que transformarán tus transferencias USB.

1. Optimización del Hardware: ¡Actualiza o Mejora!

• Invierte en USB 3.0/3.1/3.2 o Thunderbolt: Si tu Mac es compatible, considera adquirir unidades externas que aprovechen estas tecnologías. Un SSD externo con interfaz USB 3.1 Gen 2 o Thunderbolt 3/4 ofrecerá velocidades espectaculares. ¡La diferencia es como del día a la noche!
• Cables de Alta Calidad: Asegúrate de usar cables USB certificados para la versión de tus puertos (ej. USB 3.0 cable). Evita cables genéricos y demasiado largos. Los cables de menos de un metro suelen ofrecer el mejor rendimiento.
• Hubs USB Alimentados: Si necesitas usar un hub, elige uno de buena reputación que tenga su propia fuente de alimentación. Esto asegura que la unidad externa reciba suficiente energía y que el ancho de banda no se vea comprometido.

2. Optimización del Software y Sistema: Ajustes Inteligentes

• Formatear la Unidad Externa Correctamente: Esta es, sin duda, una de las soluciones más efectivas para la lentitud relacionada con el sistema de archivos.
  • Para uso exclusivo con Mac: Formatea la unidad en APFS (si tu macOS es High Sierra o posterior) o Mac OS Plus (HFS+). APFS es más moderno y eficiente para SSDs.
  • Para compatibilidad Mac y Windows: Utiliza exFAT. Aunque no tan rápido como APFS, es mucho más eficiente que NTFS con software de terceros.

  ⚠️ Advertencia: ¡Formatear una unidad borrará todos los datos! Haz una copia de seguridad antes de proceder.

• Mantén macOS Actualizado: Apple lanza constantemente actualizaciones que incluyen mejoras de rendimiento y correcciones de errores. Asegúrate de tener la última versión de tu sistema operativo.
• Gestiona las Aplicaciones en Segundo Plano: Cierra todas las aplicaciones y procesos innecesarios antes de iniciar una transferencia grande. Esto liberará recursos del procesador y del disco para la tarea de copia.
• Restablece la NVRAM/PRAM y el SMC:
  • NVRAM/PRAM: Guarda configuraciones como volumen, resolución de pantalla y selección de disco de arranque. Restablecerla puede solucionar problemas relacionados con el comportamiento de los puertos. Para hacerlo, reinicia tu Mac y mantén presionadas las teclas Option (Alt) + Command + P + R inmediatamente después de escuchar el sonido de inicio y antes de que aparezca el logo de Apple. Suelta las teclas después de que el Mac se reinicie por segunda vez.
  • SMC (Controlador de Gestión del Sistema): Controla funciones de bajo nivel como la alimentación, la batería, los ventiladores y la conexión de periféricos. Si sospechas un problema de alimentación o de puerto, restablecer el SMC puede ayudar. El procedimiento varía según el modelo de Mac; busca las instrucciones específicas para tu modelo en el sitio web de soporte de Apple.
• Reparar Permisos de Disco: Si la Utilidad de Discos detecta errores en la unidad, permítele que los repare. Los permisos corruptos pueden afectar la capacidad del sistema para leer y escribir datos de manera eficiente.

3. Buenas Prácticas y Consejos Adicionales

• Conecta Directamente: Siempre que sea posible, conecta la unidad externa directamente a un puerto USB de tu Mac, sin pasar por hubs o adaptadores intermedios.
• Evita Múltiples Transferencias Simultáneas: Si estás copiando archivos grandes, evita iniciar otras transferencias de datos o tareas intensivas en disco al mismo tiempo.
• Expulsar la Unidad Correctamente: Siempre expulsa la unidad externa de forma segura antes de desconectarla físicamente. Desconectarla abruptamente puede causar corrupción del sistema de archivos y problemas de rendimiento futuros.
• Considera Herramientas de Terceros para NTFS: Si estás obligado a usar unidades NTFS, invertir en una solución de terceros de pago como Paragon NTFS for Mac o Tuxera NTFS for Mac proporcionará una experiencia de escritura mucho más fluida que las opciones gratuitas, que a menudo son menos estables o rápidas.

Mi Opinión Basada en la Experiencia (y algunos datos)

Habiendo pasado incontables horas con problemas de rendimiento en diferentes sistemas, puedo afirmar con confianza que la lentitud en las transferencias USB en Mac a menudo se reduce a una combinación de dos factores principales: el tipo de almacenamiento externo y el sistema de archivos. Es una conclusión que se alinea con innumerables pruebas de rendimiento y las frustraciones compartidas en foros tecnológicos.

Estudios y pruebas comparativas de rendimiento, como los publicados por sitios especializados en tecnología, demuestran que el salto de una unidad HDD conectada por USB 2.0 a una unidad SSD con USB 3.0/3.1 Gen 2 o Thunderbolt puede aumentar la velocidad de transferencia en un factor de 10 a 20 veces. Si a esto le sumamos el uso de un sistema de archivos optimizado para macOS como APFS, la eficiencia se maximiza. La diferencia entre mover 100 GB en 2 horas y hacerlo en 10 minutos es, literalmente, transformadora.

Mi recomendación personal es que, si la velocidad es una prioridad para ti, priorices la inversión en un SSD externo de alta velocidad (USB 3.1 Gen 2 o superior) y te asegures de formatearlo en APFS. Si la compatibilidad multiplataforma es crucial, exFAT es el siguiente mejor candidato. Las soluciones de software pueden mitigar algunos problemas, pero el hardware y el formato de disco adecuados son los pilares de una transferencia de datos ágil y sin esperas infinitas.

Conclusión 🚀

Las transferencias USB lentas en tu Mac no tienen por qué ser una pesadilla recurrente. Armado con el conocimiento sobre las causas potenciales y las soluciones que hemos explorado, estás en una excelente posición para diagnosticar y resolver este problema. Desde actualizar tu hardware hasta optimizar la configuración de tu sistema operativo, cada paso que tomes te acercará a esas transferencias de datos rápidas y fluidas que tu Mac, y tú, merecen. Di adiós a las „transferencias eternas” y hola a la eficiencia. ¡Tus archivos te lo agradecerán!