¿Alguna vez te has preguntado por qué tu Mac se niega a entrar en reposo? Es un problema más común de lo que crees, y afortunadamente, suele tener soluciones sencillas. En este artículo, te guiaremos paso a paso para configurar y solucionar cualquier problema que impida que tu Mac descanse cuando debería.
¿Por Qué es Importante el Reposo?
Antes de sumergirnos en las soluciones, es crucial entender por qué el modo reposo es tan importante. No solo ahorra energía y prolonga la vida útil de tu batería (en el caso de una MacBook), sino que también te permite reanudar tu trabajo rápidamente, sin tener que esperar a que el sistema operativo se inicie completamente.
Configuración Básica del Reposo
Lo primero que debes hacer es verificar la configuración de ahorro de energía en tu Mac. Aquí te mostramos cómo hacerlo:
- Abre las Preferencias del Sistema (puedes encontrarlo en el Dock o usando Spotlight).
- Haz clic en Batería (en macOS Monterey y versiones posteriores) o Ahorro de Energía (en versiones anteriores).
- Verifica las opciones de suspensión para la batería y el adaptador de corriente. Ajusta los tiempos según tus preferencias.
Asegúrate de que las opciones „Evitar que el ordenador entre en reposo automáticamente cuando la pantalla está apagada” y „Activar el ordenador para el acceso a la red” (si la ves) estén desactivadas si quieres que tu Mac entre en reposo con facilidad.
Identificando al Culpable: ¿Qué Impide el Reposo?
Si la configuración básica es correcta y tu Mac sigue sin dormirse, es hora de investigar qué lo está manteniendo despierto. Aquí tienes algunas causas comunes:
- Aplicaciones Activas: Algunas aplicaciones, como las que reproducen música o vídeo, pueden impedir que tu Mac entre en reposo.
- Dispositivos Conectados: Un ratón defectuoso, un teclado o incluso un disco duro externo pueden enviar señales que eviten la suspensión.
- Procesos en Segundo Plano: Determinadas tareas, como descargas o copias de seguridad, pueden mantener tu Mac activo.
- Mantenimiento Programado: macOS realiza tareas de mantenimiento en segundo plano, lo que puede retrasar o impedir el reposo.
Soluciones Paso a Paso para Problemas de Reposo
Ahora que conoces las posibles causas, veamos cómo solucionar cada problema:
1. Cerrar Aplicaciones Problemáticas
La solución más simple suele ser la más efectiva. Cierra todas las aplicaciones que no estés utilizando, especialmente aquellas que reproducen contenido multimedia o realizan tareas intensivas en segundo plano.
2. Desconectar Dispositivos Externos
Desconecta todos los dispositivos USB, incluyendo ratones, teclados y discos duros externos. Intenta poner tu Mac en reposo. Si funciona, reconecta los dispositivos uno por uno hasta identificar al culpable. Reemplazar un cable defectuoso o el dispositivo en sí podría resolver el problema.
3. Monitorizar la Actividad del Sistema con el Monitor de Actividad
El Monitor de Actividad es una herramienta invaluable para identificar procesos que consumen muchos recursos. Abre el Monitor de Actividad (puedes encontrarlo en Aplicaciones/Utilidades) y observa las pestañas „CPU”, „Memoria”, „Energía” y „Disco”. Cierra cualquier proceso que esté utilizando una cantidad excesiva de recursos o que parezca sospechoso. Si encuentras un proceso que no reconoces, investiga en línea antes de cerrarlo.
4. Usar el Terminal para Investigar (Para Usuarios Avanzados)
Si te sientes cómodo usando la línea de comandos, el Terminal puede proporcionar información valiosa. Abre el Terminal (Aplicaciones/Utilidades) y escribe el siguiente comando:
pmset -g assertionsEste comando mostrará una lista de „assertions” que están impidiendo que tu Mac entre en reposo. Presta atención a las líneas que dicen „PreventUserIdleSystemSleep” o „PreventSystemSleep”. La descripción te dará una pista sobre qué aplicación o proceso está impidiendo el reposo. Por ejemplo, podría decir „CoreAudio is preventing system sleep”.
5. Reiniciar tu Mac
A veces, un simple reinicio puede solucionar problemas menores que impiden el reposo. Reiniciar tu Mac cierra todos los procesos en ejecución y libera recursos del sistema.
6. Restablecer la NVRAM/PRAM (Para Macs Intel)
La NVRAM (o PRAM en modelos más antiguos) almacena configuraciones del sistema, como el volumen del sonido, la resolución de la pantalla y la información del disco de arranque. A veces, restablecer la NVRAM/PRAM puede solucionar problemas relacionados con el reposo. Para restablecerla, apaga tu Mac y luego enciéndela presionando inmediatamente las teclas Opción (⌥), Comando (⌘), P y R al mismo tiempo. Mantén presionadas estas teclas durante unos 20 segundos, hasta que escuches el sonido de inicio por segunda vez (o veas el logotipo de Apple aparecer y desaparecer por segunda vez). Suelta las teclas y deja que tu Mac se inicie normalmente.
Nota importante: Este método solo funciona en Macs con procesador Intel. Los Macs con chip Apple Silicon no tienen NVRAM/PRAM que se pueda restablecer de esta manera.
7. Actualizar macOS
Asegúrate de tener la última versión de macOS instalada. Apple suele incluir correcciones de errores y mejoras de rendimiento en las actualizaciones del sistema operativo, lo que podría solucionar problemas relacionados con el reposo. Ve a Preferencias del Sistema > Actualización de Software para buscar actualizaciones.
8. Revisar la Configuración de Bluetooth
En ocasiones, dispositivos Bluetooth emparejados pueden causar problemas. Desactiva el Bluetooth y comprueba si la Mac entra en reposo. Si es así, verifica la configuración de los dispositivos Bluetooth conectados.
Recuerda: El mantenimiento constante de tu sistema operativo y la limpieza de procesos innecesarios pueden prevenir muchos problemas relacionados con el reposo.
Opinión Basada en Datos Reales
Basándonos en datos recopilados de foros de soporte de Apple y análisis de tendencias, una gran proporción de los problemas de reposo en Macs se deben a aplicaciones de terceros o a dispositivos externos. El Monitor de Actividad y el comando pmset en el Terminal son herramientas extremadamente útiles para diagnosticar estos problemas. La solución más simple, como cerrar aplicaciones y desconectar dispositivos, a menudo resulta ser la más efectiva. Por lo tanto, siempre recomendamos comenzar con las soluciones más sencillas antes de probar métodos más complejos.
Conclusión
Lograr que tu Mac entre en reposo correctamente es crucial para su rendimiento y longevidad. Con esta guía completa, tienes las herramientas y el conocimiento para diagnosticar y solucionar cualquier problema que pueda estar impidiendo que tu Mac descanse como debe. ¡Ahora puedes disfrutar de un Mac más eficiente y silencioso!