La maternidad en nuestras queridas compañeras caninas es un milagro, pero a veces, este proceso natural puede verse complicado. Si te encuentras en la angustiante situación de que tu perra „está en celo pero no dilata”, es probable que estés experimentando una gran preocupación. La frase puede generar cierta confusión, ya que el "celo" es el período de fertilidad y receptividad reproductiva, mientras que la "dilatación" es un proceso crucial que ocurre durante el parto, mucho después del celo y la gestación.
Generalmente, cuando un dueño expresa que su perra "no dilata", se refiere a una hembra que está preñada y a término (o incluso pasada de fecha) y no muestra el progreso esperado para el nacimiento de sus cachorros. En este artículo, abordaremos esta situación crítica conocida como distocia, exploraremos sus causas, te ayudaremos a identificar las señales de alarma y te indicaremos cuándo es absolutamente imprescindible buscar asistencia veterinaria de urgencia. También haremos una breve aclaración sobre qué podría significar si la vulva de tu perra no dilata durante el celo propiamente dicho.
🐾 El Ciclo de Celo Canino: Un Repaso Rápido
Antes de sumergirnos en el problema de la no dilatación, recordemos brevemente el ciclo reproductivo de una perra. El "celo" (también conocido como estro) es el periodo en que la hembra es fértil y receptiva al apareamiento. Se divide en varias fases: proestro, estro, diestro y anestro. Durante el proestro y el estro, es común observar un sangrado vaginal y una inflamación de la vulva. Si el apareamiento es exitoso y se produce la concepción, la perra entrará en un período de gestación que dura aproximadamente 63 días.
Es al final de esta gestación cuando se espera el parto. El término "no dilata" se refiere precisamente a un fallo en la progresión de este parto, cuando el cuello uterino (cérvix) no se abre adecuadamente o las contracciones uterinas son ineficaces para expulsar a los cachorros.
¿Qué Significa "No Dilata" en el Contexto del Parto?
El parto canino, o alumbramiento, es un proceso fisiológico complejo que requiere una serie de coordinaciones hormonales y mecánicas. Una de las etapas más cruciales es la dilatación cervical. El cérvix, que es el cuello del útero, debe relajarse y abrirse para permitir el paso de los cachorros a través del canal de parto. Sin una dilatación adecuada, por muy fuertes que sean las contracciones uterinas, los pequeños no podrán avanzar.
La dilatación del cérvix es el punto de no retorno en el parto; sin ella, el proceso no puede progresar y la vida de la madre y de los cachorros está en riesgo.
Preparativos y Señales Previas al Parto
Antes de que tu compañera peluda comience a dar a luz, su cuerpo y comportamiento te enviarán algunas señales importantes. Estar atento a ellas puede ayudarte a saber si el parto se está acercando y, por ende, a detectar a tiempo si algo no va bien:
- Caída de la temperatura rectal: La señal más fiable es una disminución de la temperatura corporal. De una media de 38.5-39°C, puede bajar a 37°C o incluso menos, unas 12-24 horas antes del inicio del trabajo de parto.
- Comportamiento de anidamiento: Buscará un lugar tranquilo y seguro para parir, rascará y preparará su „nido”.
- Inquietud y nerviosismo: Podrá estar jadeando, temblando, vocalizando o lamiéndose excesivamente la vulva.
- Pérdida de apetito: Es común que deje de comer las últimas 24-48 horas antes del nacimiento.
- Secreción vaginal: A veces se puede observar una pequeña cantidad de moco claro o ligeramente sanguinolento.
Fases del Parto Canino: Lo Normal
Un parto normal en una perra se divide en tres fases:
- Primera fase (dilatación): Puede durar de 6 a 12 horas (a veces hasta 24). Las contracciones uterinas son internas y aún no visibles externamente. La perra puede estar inquieta, jadeando, buscando nido. Es en esta fase donde el cérvix se dilata.
- Segunda fase (expulsión de cachorros): Comienza cuando el cuello uterino está completamente dilatado. Aquí veremos contracciones abdominales visibles y el esfuerzo de la perra. El primer cachorro suele nacer entre 10 minutos y 1 hora después del inicio de las contracciones intensas. Entre un cachorro y el siguiente, pueden pasar de 30 minutos a 2 horas.
- Tercera fase (expulsión de placentas): Después del nacimiento de cada cachorro, se expulsa su placenta correspondiente. A veces pueden nacer dos cachorros antes de que se expulsen las placentas. Es importante contar que todas las placentas hayan salido, ya que la retención puede causar graves problemas.
🚨 ¡Alerta! ¿Por Qué Mi Perra no Dilata? Causas de la Distocia (Fallo en la Dilatación y Progresión del Parto)
La incapacidad de una perra para parir normalmente se conoce como distocia, y es una emergencia veterinaria. Las causas son variadas y pueden afectar tanto a la madre como a los cachorros:
Causas Maternas:
- Inercia Uterina: Es la causa más común. El útero no se contrae con la fuerza o frecuencia necesaria.
- Primaria: El útero nunca inicia contracciones efectivas. Puede deberse a factores hormonales (insuficiencia de oxitocina), un número excesivo o muy reducido de cachorros, sobreestiramiento uterino, o factores genéticos (ciertas razas tienen predisposición).
- Secundaria: El útero se agota después de un período de contracciones eficaces. Ocurre si el parto se prolonga demasiado, si hay obstrucciones en el canal de parto o si la perra está deshidratada o con bajo nivel de glucosa o calcio.
- Obstrucción del Canal de Parto:
- Anomalías pélvicas: Fracturas previas, deformidades congénitas o una pelvis estrecha.
- Anomalías vaginales o cervicales: Tumores, bandas de tejido fibroso, estenosis vaginal (estrechamiento) o un cérvix que no se dilata.
- Mala posición del útero: Torsión o hernia uterina.
- Problemas de Salud General de la Madre:
- Fatiga extrema: Perra agotada por un parto prolongado.
- Dolor o estrés: Una perra muy asustada o con dolor puede inhibir el parto.
- Hipocalcemia (eclampsia): Niveles bajos de calcio en sangre. Puede causar contracciones débiles o ausentes y convulsiones.
- Hipoglucemia: Niveles bajos de azúcar en sangre.
- Edad: Primerizas muy jóvenes o perras muy mayores pueden tener partos más difíciles.
Causas Fetales:
- Tamaño excesivo de los cachorros (Macrosomia): Un cachorro demasiado grande para el canal de parto. Más común cuando hay pocos cachorros en la camada.
- Mala presentación, posición o postura:
- Presentación: El cachorro puede venir de nalgas (presentación podálica) o transversalmente, en lugar de cabeza primero o de nalgas con las patas hacia atrás.
- Posición: La relación del lomo del cachorro con el de la madre.
- Postura: La posición de las extremidades y la cabeza del cachorro. Por ejemplo, una cabeza doblada o una pata estirada pueden obstruir el paso.
- Muerte fetal: Un cachorro fallecido puede hincharse, volverse anormalmente grande o adoptar una postura imposible, dificultando su expulsión.
- Anomalías fetales: Malformaciones que impiden el paso.
- Número de cachorros: Una camada muy grande puede causar inercia uterina secundaria por sobrecarga uterina.
🚨 ¡Alerta Roja! Cuándo la Situación es Urgente y Llamar al Veterinario ES IMPRESCINDIBLE
La rapidez en la actuación puede salvar la vida de la madre y de sus cachorros. No dudes en contactar a tu veterinario de inmediato si observas cualquiera de las siguientes señales:
- Más de 24-36 horas después de la caída de la temperatura rectal y no hay signos de trabajo de parto (sin contracciones visibles, sin jadeo persistente).
- Contracciones fuertes y persistentes durante 30-60 minutos sin el nacimiento de un cachorro. Esto indica una obstrucción o inercia severa.
- Contracciones débiles o intermitentes durante 2-4 horas sin el nacimiento de un cachorro. Sugiere inercia uterina.
- Más de 2-4 horas entre el nacimiento de un cachorro y el siguiente (si se sabe que hay más). Aunque algunas perras hacen pausas, este lapso es muy largo.
- Presencia de secreción vaginal verdosa o negra sin que aparezca un cachorro en los siguientes 30 minutos. Esto indica que una placenta se ha desprendido prematuramente y el cachorro asociado está en peligro o ya falleció.
- La perra muestra signos de dolor extremo, debilidad, colapso o fiebre.
- Un cachorro es visible en el canal de parto pero no avanza a pesar de los esfuerzos de la madre. ¡Nunca intentes jalarlo tú mismo con fuerza excesiva!
- Presencia de secreción vaginal con mal olor, que puede indicar infección.
- Si la temperatura de la perra vuelve a subir por encima de los 37.8°C durante el parto, o si supera los 39.5°C en cualquier momento.
🩺 El Veterinario en Acción: Diagnóstico y Tratamiento
Al llegar a la clínica, el veterinario realizará un examen exhaustivo:
- Examen físico: Palpación abdominal, examen vaginal para evaluar la dilatación cervical y la presencia de obstrucciones o cachorros en el canal de parto.
- Radiografía (rayos X): Es crucial para determinar el número de cachorros, su tamaño, posición y si hay alguno atrapado. También puede revelar anomalías pélvicas.
- Ecografía (ultrasonido): Permite evaluar la viabilidad de los cachorros (latidos cardíacos) y el estado del útero.
- Análisis de sangre: Para verificar los niveles de glucosa, calcio y otros parámetros que puedan indicar la causa de la inercia uterina.
Según el diagnóstico, el tratamiento puede ser:
- Manejo médico: Si la causa es inercia uterina y no hay obstrucción, el veterinario puede administrar oxitocina para estimular las contracciones, suplementos de calcio o glucosa si los niveles son bajos.
- Asistencia manual: En algunos casos, si un cachorro está mal posicionado y es accesible, el veterinario puede intentar reubicarlo suavemente o ayudar en su extracción manual.
- Cesárea: Si el manejo médico no es efectivo, si hay una obstrucción clara, cachorros muy grandes, malformaciones fetales, sufrimiento fetal o un número muy elevado de cachorros, la cirugía de cesárea es a menudo la única opción para salvar a la madre y a sus crías.
💡 Prevención y Preparación: Un Parto Exitoso Comienza Mucho Antes
Aunque no siempre podemos prevenir la distocia, una buena preparación puede reducir los riesgos:
- Atención veterinaria prenatal: Desde el inicio de la gestación, visitas regulares para asegurar la salud de la madre y monitorizar el desarrollo fetal.
- Nutrición adecuada: Una dieta de alta calidad, específica para perras gestantes, es vital para evitar deficiencias.
- Conocer la fecha de parto: Calcula la fecha probable de parto basándote en la fecha de la monta o mediante ecografías tempranas.
- Control de temperatura: Empieza a tomar la temperatura rectal de tu perra dos veces al día en la última semana de gestación.
- Preparar el "nido": Ten lista una caja de parto limpia, cálida y tranquila semanas antes de la fecha estimada.
- Números de emergencia: Ten a mano el teléfono de tu veterinario y el de un servicio de urgencias 24 horas.
- Evitar la cría en razas predispuestas: Algunas razas (bulldog inglés y francés, boston terrier, chihuahuas) tienen una mayor incidencia de distocia y a menudo requieren cesárea. Considera esto si estás pensando en criar.
Opinión Basada en Datos Reales: La Responsabilidad del Criador y Dueño
Como amante de los animales y observador de la ciencia veterinaria, mi opinión, fundamentada en la realidad de la práctica clínica, es que la cría de animales debe ser un acto de profunda responsabilidad. La distocia, si bien es una complicación seria, no es infrecuente. Se estima que entre el 5% y el 15% de los partos caninos presentan algún tipo de dificultad, y este porcentaje puede ascender significativamente en razas braquicéfalas o de cabeza grande, donde la tasa de cesáreas planificadas o de emergencia puede superar el 80-90%. Es un recordatorio contundente de que la naturaleza, aunque maravillosa, no siempre es benevolente. Elegir criar implica aceptar esta realidad y estar preparado para afrontar estas emergencias.
No se trata solo de tener una camada, sino de asegurar la salud y el bienestar tanto de la madre como de sus crías. Esto significa invertir en un seguimiento veterinario adecuado desde la concepción, conocer a fondo las señales de alarma y, crucialmente, estar dispuesto a actuar de forma inmediata cuando surja una complicación. Retrasar una llamada al veterinario por temor al costo o por una preferencia personal por el "parto natural" puede tener consecuencias devastadoras, llevando a la pérdida de cachorros o, en el peor de los casos, a la muerte de la madre. La ciencia y la medicina nos ofrecen herramientas para intervenir cuando la vida está en juego, y es nuestra obligación moral utilizarlas.
¿Y si es el Celo Realmente? (Aclaración sobre "No Dilatación" Durante el Ciclo de Celo)
Aunque menos común como emergencia aguda, si la preocupación es que tu perra está en celo y su vulva no se inflama o "dilata" como esperarías, esto también merece atención veterinaria. Una vulva que no se hincha o una ausencia de sangrado en una perra que debería estar en celo podría indicar:
- Celo silencioso: La perra está ovulando y es fértil, pero no muestra signos externos claros.
- Anomalías hormonales: Desequilibrios que afectan el ciclo.
- Problemas ováricos: Quistes u otras patologías que interfieren con la producción de hormonas.
- Problemas anatómicos: Cicatrices o adherencias que impiden la hinchazón.
En estos casos, aunque no sea una emergencia vital inminente, una visita al veterinario es aconsejable para determinar la causa y asegurar la salud reproductiva de tu animal.
Conclusión
Observar que tu perra preñada no progresa en el parto es una situación que te llenará de angustia. Sin embargo, saber identificar las causas de la distocia y, sobre todo, cuándo actuar es fundamental. No dudes nunca en contactar a tu veterinario. Ellos son tus aliados más importantes en estos momentos críticos. Con una intervención temprana y adecuada, las posibilidades de un final feliz para tu perra y sus futuros cachorros aumentan drásticamente. ¡Tu rapidez puede marcar la diferencia!