En el fascinante universo de los compactos deportivos, la idea de un diésel de altas prestaciones ha sido, durante mucho tiempo, una quimera para algunos y una herejía para otros. Sin embargo, Ford, con su audacia característica, decidió desafiar lo establecido y nos presentó una propuesta que combinaba la emoción de su línea ST con la practicidad y eficiencia de un motor diésel. Así nació el Ford Focus ST TDCi 2.0 de 185cv, un vehículo que prometía entregar una experiencia de conducción emocionante sin castigar el bolsillo en la gasolinera. Hoy, nos sumergimos a fondo en este singular modelo para desgranar cada uno de sus atributos.
El Corazón que Late con Gasóleo: Motor y Rendimiento 💨
Bajo el capó de este Focus ST particular, encontramos un propulsor diésel Duratorq de 2.0 litros que, lejos de ser un simple bloque económico, ha sido meticulosamente optimizado para ofrecer un rendimiento a la altura de las siglas ST. Sus 185 caballos de fuerza (182 CV en especificación británica, aunque comúnmente se mencionan 185 PS) son solo una parte de la ecuación. Lo verdaderamente impresionante reside en su cifra de par motor: unos contundentes 400 Nm de par, disponibles desde las 2.000 rpm. Esta generosa entrega de fuerza desde bajas revoluciones se traduce en una capacidad de respuesta inmediata, catapultando al coche con una solvencia sorprendente en cualquier marcha y situación.
La experiencia al volante es, sin duda, su carta de presentación. La aceleración de 0 a 100 km/h se logra en unos respetables 8,1 segundos, y su velocidad máxima roza los 217 km/h. Si bien estas cifras no alcanzan las de su hermano de gasolina (el ST Ecoboost de 250cv), el diésel compensa con una elasticidad y un empuje en la zona media del cuentarrevoluciones que lo hacen increíblemente efectivo en el día a día y muy gratificante en tramos revirados. La respuesta del acelerador es nítida, y la conexión con la caja de cambios manual de seis velocidades es precisa y satisfactoria. Ford ha conseguido que este diésel transmita sensaciones deportivas, una hazaña digna de aplauso.
Eficiencia Diésel: Un Argumento Irrefutable ⛽
Aquí es donde el Focus ST TDCi juega su as bajo la manga y se desmarca de la mayoría de sus competidores directos. A pesar de sus prestaciones, el consumo de combustible es, sencillamente, excepcional para un coche con este nivel de dinámica. Las cifras oficiales de homologación hablaban de un consumo combinado de tan solo 4,4 litros a los 100 kilómetros. En la práctica, y conduciendo de forma ágil pero sensata, es totalmente factible mantenerse en el rango de los 5,5 a 6,5 l/100km.
Esta eficiencia no solo significa menos visitas a la estación de servicio, sino también una autonomía destacable. Realizar largos viajes por carretera se convierte en una experiencia mucho más relajada y económica, algo impensable para muchos hot hatches de gasolina. Para quienes recorren un gran número de kilómetros al año, pero no quieren renunciar a la diversión al volante, esta versión diésel del Focus ST se presenta como la solución ideal. Es la demostración palpable de que la potencia no tiene por qué estar reñida con la prudencia en el gasto de combustible.
Dinámica de Conducción: El Sello ST ✅
Que sea diésel no significa que haya perdido un ápice de la genética deportiva que caracteriza a la familia ST. Ford ha trabajado arduamente en el chasis para asegurar que el comportamiento dinámico sea tan emocionante como el de su homólogo de gasolina. El Focus ST TDCi cuenta con una puesta a punto específica de la suspensión, que incluye muelles más firmes y amortiguadores recalibrados, lo que reduce el balanceo de la carrocería y mejora la agilidad en curva.
La dirección asistida eléctrica (EPAS) ha sido ajustada para ofrecer una sensación más directa y comunicativa, permitiendo al conductor percibir con gran precisión lo que ocurre bajo los neumáticos. El sistema de Control de Par Vectorial (TVC), una característica clave del ST, utiliza los frenos para simular un diferencial de deslizamiento limitado, mejorando la tracción en las curvas y reduciendo el subviraje. El resultado es un coche que se inscribe con decisión en los giros, manteniendo una estabilidad encomiable y transmitiendo una gran confianza al conductor. Es un verdadero placer enlazar curvas con este compacto, demostrando que un motor diésel no limita en absoluto el factor diversión en el chasis.
Diseño Exterior: Agresividad sin Excesos 🚗
Desde el punto de vista estético, el Focus ST TDCi es un clon casi idéntico de su hermano de gasolina, lo cual es una excelente noticia. Conserva todos los elementos visuales que lo distinguen de un Focus estándar y que le otorgan esa presencia atlética y musculosa. Hablamos de una parrilla frontal trapezoidal sobredimensionada, un paragolpes más agresivo con entradas de aire ampliadas, taloneras laterales que le dan una postura más baja y, por supuesto, ese icónico difusor trasero que alberga la doble salida de escape central.
Las llantas de aleación específicas de 18 o 19 pulgadas, los detalles en negro brillante y el alerón trasero de mayor tamaño completan un conjunto que irradia deportividad sin caer en la ostentación. Es un diseño maduro y funcional que comunica claramente sus intenciones prestacionales, pero que al mismo tiempo mantiene una elegancia que le permite pasar desapercibido si así se desea. Es un lobo con piel de cordero… o más bien, un lobo con piel de lobo, pero que también puede ser civilizado.
Interior y Equipamiento: Ergonomía y Carácter Deportivo 🛠️
Al abrir la puerta, el habitáculo del Focus ST TDCi nos recibe con una atmósfera que combina la funcionalidad de un Focus convencional con toques distintivos de la línea ST. Lo primero que capta la atención son los magníficos asientos deportivos Recaro, disponibles tanto en tela como en una combinación de cuero y tela. Estos asientos no solo ofrecen una sujeción lateral excepcional, ideal para una conducción dinámica, sino que también son sorprendentemente cómodos para largos trayectos.
El volante, forrado en cuero, tiene un aro grueso y un diseño deportivo, y la palanca de cambios, también específica del ST, cae perfectamente en la mano. Sobre el salpicadero, encontramos el característico trío de indicadores adicionales que nos informan sobre la presión del turbo, la presión del aceite y la temperatura del aceite, un detalle que refuerza su carácter prestacional. La tecnología no se queda atrás, con el sistema de infoentretenimiento SYNC (2 o 3, dependiendo del año de fabricación) que ofrece conectividad y funciones intuitivas. A pesar de su enfoque deportivo, el interior no sacrifica la practicidad, manteniendo un espacio generoso para los ocupantes traseros y un maletero adecuado para el segmento, lo que lo convierte en un coche perfectamente utilizable para el día a día o como único vehículo familiar.
Mi Veredicto Personal: Un Hot Hatch Incomprendido pero Brillante ⭐
Tras analizar cada faceta del Ford Focus ST TDCi 2.0 de 185cv, mi conclusión es clara: este automóvil es un ejemplo de cómo una marca puede salirse de lo establecido y crear un producto que, si bien puede polarizar opiniones, tiene un mérito innegable. La combinación de un motor diésel con el ADN deportivo del ST no solo funciona, sino que lo hace con brillantez.
El Ford Focus ST TDCi 185cv es el compañero perfecto para el entusiasta pragmático. Ofrece una dosis generosa de emoción y disfrute al volante, con un motor lleno de par y un chasis excepcionalmente ágil, sin la penalización en el consumo que suelen acarrear sus rivales de gasolina. Es un coche que se niega a que tengas que elegir entre diversión y eficiencia, dándote lo mejor de ambos mundos.
No es el hot hatch más potente, ni el más ruidoso, pero es, sin duda, uno de los más equilibrados y lógicos para el conductor moderno que valora tanto el rendimiento como la economía. Para aquellos que recorren muchos kilómetros, pero se niegan a sacrificar la sonrisa que provoca un buen paso por curva, este Focus ST diésel es una opción insuperable y, quizás, uno de los últimos de su especie. Su posicionamiento único lo convierte en una joya en el mercado de segunda mano para quienes buscan algo diferente y con mucho carácter.
Conclusión: Un Legado de Sensatez y Pasión
El Ford Focus ST TDCi 2.0 185cv representa una propuesta audaz y exitosa de Ford. Demostró que un motor de gasóleo podía convivir perfectamente con la deportividad de un hot hatch, ofreciendo un paquete que combina prestaciones más que respetables con una eficiencia asombrosa. Es un testimonio de ingeniería inteligente y de la capacidad de Ford para innovar, proporcionando una alternativa coherente y emocionante para un segmento de mercado que parecía dominado exclusivamente por la gasolina. Un coche redondo que dejó huella y que sigue siendo una opción muy interesante.